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juanluna

El regalo

 A veces sientes alegría, sin saber por qué, sin encontrar explicación, sin que el raciocinio entre con su analítica, sin que el TAC (exhaustiva radiografía médica) de la mente haya pulsado su botón de encendido, sientes. Y entonces te dices: ¿Hay necesidad de encontrarle un por qué a todo? ¿Por qué si no tienes el por qué ya no vale? Si lo estás sintiendo, para que quieres explicaciones. Embárgate del sentimiento. ¡Vívelo! ¿Se puede explicar lo inexplicable? La respuesta está clara y sin embargo está ahí, es, existe, y no hay necesidad de decir nada más al respecto.

  ¿Apoyos? ¿Bastones de razonamientos? ¿Conceptos? Palabras, palabras y más palabras, que adornan el mensaje, lo meten en el envase del regalo y cuando nos damos cuenta nos quedamos sólo en el envase. Empezamos a quitar envoltorios, cintas, papelinas, y uno y otro y otro..envoltorios y el regalo...¿Dónde está el regalo? Miles, millones de expertos, vienen a decirte que ellos tienen tu regalo. Entonces te cambian el color del envoltorio, te lo ponen más brillante, más llamativo, y tú puedes llegar a decir: Sí, aquí está mi regalo por fin, al fin voy a dejar de desenvolver y sigues, sigues desenvolviendo, como un ovillo de Ariadna que no tiene fin. ¿Quién se ha llevado tu queso? El minotauro se acerca y tú sigues perdido en el laberinto. Arde Troya y tú no puedes salir del caballo. ¡Libérate! El regalo eres tú.

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