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juanluna

Hsin Sin Ming Meditaciones (LXXXVI-XC)

LXXXVI

 

Muchos buscadores espirituales buscan y no hallan

porque se instalan en un grado de consciencia

que llaman, voluntariatamente, el bien.

 

El pequeño orificio por el que otean la vida

les lleva a defender el bien, dicen,

al que quieren proteger del mal,

y a atacar el mal, propugnan,

al que desean desterrar de la faz de la Tierra.

 

Entre tanta defensa y ataque,

entre tanta querencia y deseo,

la Vida se les escurre de las manos

y la Consciencia Perfecta les parece un artificio mental.

 

El orificio por el que miran la Vida es tan reducido

que son incapaces de ver que el juego mental es el suyo,

al pretender separar y fragmentar lo que

por Esencia es Uno, indivisible e inalterable.

 

Su nombre: Ser.

Su cualidad: Vida.

Su energía: Amor.

Su manifestación: Paz y Silencio.

Su experiencia: Felicidad.

 

LXXXVII

 

Aquellos que se afanan en defender el bien,

dividen el mundo y la vida en bien y mal,

en luz y oscuridad.

Con ello no hacen otra cosa

que proyectar al exterior su propio grado de consciencia,

lanzar hacia fuera la percepción que tienen

de su propia realidad interior.

 

Pero la Vida es Una,

Perfecta y Maravillosa.

No se empobrece con divisiones ni separaciones,

porque toda ella es Pura Armonía.

 

En la luz hay oscuridad,

pero no la abordes como oscuridad;

en la oscuridad hay luz,

pero no la abordes como luz.

Luz y oscuridad son correlativas una con otra,

como en el paso el pie de delante y el de atrás.

 

En lo positivo hay negativo,

pero no lo absorbas como negativo;

en lo negativo hay positivo,

pero no lo absorbas como positivo.

Positivo y negativo son uno

y lo negativo se armoniza con lo positivo para ser luz.

 

Todo tiene su función, su razón de Ser

y su Divinidad intrínseca e innata.

No fragmentes la Vida,

rechazando partes de ella:

no dividas tu existencia

rechazando partes de ti.

 

LXXXVIII

 

Ser es Ser y No Ser.

Nada es bueno o malo,

ni mejor o peor:

semejantes elucubraciones son obra del ego

porque él es una creación de tu mente

y, como objeto mental, no percibe lo Real

y vive ajeno a Dios.

 

La Consciencia Perfecta te desvela tu profunda divinidad

y tu condición de Creación Creadora.

Cual tal, siente tu absoluta fusión con la Fuente,

tu radical Unión con el Padre,

y percibe íntimamente su Perfección y Amor

que todo lo llena, engalana, embellece.

 

Todo es Él y todo eres Tú.

Y Todo es Todo,

sin dualismos, ni dicotomías,

sin partes, ni porciones.

 

Tú eres Perfecto,

la Vida es Perfecta,

la Creación es Perfecta,

el Padre es Perfecto,

Todo es Perfecto.

 

LXXXIX

 

Para experimentar plenamente que Todo es Perfecto.

supera la idea de una identidad personal

y la idea misma de Ser.

 

Más allá de tu dimensión física,

más allá del ego, más allá de una pequeña historia personal

que se diluye en los mares de la Eternidad,

fluye como la Energía divina que Eres

y elimina la resistencia de tu mente

para que tu dimensión espiritual tome las riendas de tu vida,

utilizando el cuerpo como vehículo para traer el Cielo a la Tierra

hasta lograr que la Tierra ascienda al Cielo.

 

Y constata que tal dimensión espiritual, tal Energía Divina,

no eres Tú, no es Tu Ser,

sino el Ser, Fuerza Crística

integrada en la Fuente de Toda Existencia:

Cristo mismo en comunión con el Padre.

 

XC

 

Soy más que un cuerpo,

mucho más que un yo y unas circunstancias.

Soy Energía Divina y Eterna

integrada en un colosal campo energético

rebosante de Fuerza Crística

y, por tanto, de Amor Incondicional.

 

La Entidad Crística es Energía Pura de Amor.

Fluye en conexión íntima con el Padre, la Gran Fuente,

y constituye el Camino para el Padre.

 

La dimensión espiritual encarnada en el ser humano que soy

se halla plenamente integrada en dicha Entidad Crística.

Consciente de tal dimensión espiritual,

supero la idea de una identidad personal.

Consciente de tal integración,

supero la idea de Ser.

 

Este es el Gran Secreto que se desvela

al Espíritu libre y feliz:

ni soy persona, ni soy Ser.

 

Mi teórico Ser es una manifestación

de la Entidad Crística que vive en mí

y que es, realmente, el Ser que Soy:

Cristo, no yo.

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