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juanluna

Espiritualidad

Abandonarme a lo que soy para dejar de ser

El manifiesto de lo que no es está concluyendo su epitafio.

Y en los estertores del fallecer

amanezco y renazco.

A la vida real del que no tiene nombre,

del que es todo y nada al mismo tiempo.

Al absoluto despierto,

y cuando duermo

es para ver lo que los ojos abiertos me han ocultado.

Mis brazos se hacen uno en el abrazo entregado.

Al amor, al humano, a todo el que se cruze por mi lado.

Y callo.

Callo para hablar con el silencio como única palabra.

Callo para decir lo que no puede ser dicho de otro modo.

Callo para decirte calla.

¡Callémonos juntos!

¡Cállate a ti mismo!

para poder oírte

como nunca te has oído.

Y Ama. Ámate. Ámame. ¡Ama!

Encontrarás el Amor absoluto,

y verás, verás que lo llena todo,

verás como te llenas de todo.

Eres el Todo.

De lo más pequeño a lo más grande

se halla en ti representado.

¡Vívelo! ¡Siéntelo! ¡Ámalo!

Reconócete en la vida para ser Uno

soltando amarras que ningunean tu existencia.

Abandónate, abandóname,

me abandono.

Abandonarme a lo que soy

para dejar de ser

y darme cuenta así

que siempre he sido.

 

Libre

¿Qué es ser libre? ¿Lo somos o creemos serlo? ¿Hemos experimentado alguna vez la verdadera libertad?

Grandes preguntas que sólo pueden tener grandes respuestas. Preguntas que necesitan de un cierto grado de introspección, de investigación dentro de uno mismo, de consciencia de lo que realmente es. En la mayoría de los casos, y me incluyo, practicamente nunca hemos experimentado lo que es la libertad, si acaso la hemos vislumbrado. Hubo, hay y habrá múltiples acepciones que pretenden dilucidar el significado de tan renombrado concepto pero es algo que desde el mismo momento que se pretende conceptualizar pierde toda su Esencia. Es algo que o se percibe, se vive y se disfruta a través del corazón, o está delante de nuestras narices y ni siquiera llegamos a olerlo. La libertad, como casi todo, solemos crearla en base a nuestra teórica situación con respecto al otro, a los otros, o a las diversas circunstancias que nos puedan rodear en ese momento y en donde depositamos la responsabilidad de su existencia o carencia. Craso error, pues el responsable siempre eres tú. El mundo de las justificaciones y argucias de la esfera mental está tan machacado que el ruido no nos deja en realidad pensar, y lo que pensamos está tan retocado que si tuvieramos que volver atrás al origen de todo sin lugar a dudas nos perderíamos.

Silencio hermanos. La llave para el camino de vuelta a casa que nos permite conocer nuestra auténtica libertad está escondida en el cofre de los tesoros del silencio de nuestra alma inmortal. Menos hablar, menos pensar y más amar, más Vivir, en libertad.

El mañana nunca se conoce

Me encontré con esta canción de John Lennon que mezcla sentires con efectos muy característicos (los sonidos de las gaviotas, por ejemplo). Un canto al interior, al encuentro con ese vacío que no es más que el descubrimiento en ti de la esencia de la que eres todo y parte a la vez.


Intelectualidad espiritual

  En estos tiempos de profunda transformación en que nos hallamos las manifestaciones de la esencia en el ámbito del conocimiento de uno mismo se multiplican. Lo espiritual se ha convertido en una denominación y arrastra un supermercado tras de sí que deja atrás cualquier gran superficie comercial que podamos imaginar. Y, como en toda gran superficie, las ofertas pululan a diestro y siniestro. Los escaparates se hacen ostensibles y pretenden deslumbrar con luces llamativas que, disfrazadas de artificio, han perdido autenticidad y, muchas veces sin saberlo, se alejan de la raíz, que toma alimento del corazón que todo lo llena, para perderse en las ramas de los razonamientos valdíos. ¡Qué bonito es verlo y a la vez darse cuenta de que uno mismo también se pierde! ¡Qué bonito es reconocerse perdido para volver a encontrarse! Hermanos,¿no creeis que el primer paso para avanzar es saber verdadaremente donde estáis? Dicho de otro modo, saber de manera consciente y plena que sois y siempre habéis sido, que los demás sois vosotros, que todo es uno, que todo está bien.

  Los movimientos energéticos crecen en frecuencia e intensidad y, mientras tanto, aun andamos enredados en disquisiciones sobre lo que es o lo que debería ser. Seguimos viviendo de proyecciones y expectativas sobre todo y todos, que estan condenadas al fracaso, porque, en mi humilde opinión, todo lo que no se cree desde el momento único del ahora, desde la comunión total con uno mismo, encontrará en el camino barreras de inconsciencia multiplicadas. LLegados a este punto, a uno no le importa tener o no tener razón, proponer o no proponer, hablar o estar en silencio, que le escuchen, le comenten o le dejen de comentar. Uno es, y al Ser, vive el disfrute en sí mismo, independientemente de cualquier manifestación que se produzca. Eso no quita, por supuesto, que se pueda sentir más reflejado o cercano a unas personas que a otras, es inevitable y, a la vez, delicioso. La variedad de la creación, la maestría del creador, se muestra por todos lados, y nada importa, o importa todo. Como por arte de magia, cuando se está ciertamente en la frecuencia del Amor, desaparecen los miedos, los juicios, los orgulllos, los egos... La diferencia, en vez de separar, une. Los corazones despiertan y el compartir acrecienta ese despertar.

  Cada vez percibo en mayor medida como las palabras se quedan huecas si no es el corazón el que está hablando. Tú eres un canal a través del cual Dios se experimenta y, como tal, con la sencillez de estar fluyendo todo ocurre según tenga que ocurrir en base al plan divino y a lo por ti creado. Eres, por tanto, Dios en la Tierra, así que se consecuente y actua en base a esa coherencia. Como dijo Mahatma Gandhi: " Se el cambio que quieres en tu vida".

Meditación del Amor

Preámbulo:
Toda la Creación está regida por el “Ordo Amoris” (el orden del Amor).
Expresado metafóricamente, somos ríos cuyas aguas emanaron del mar y
destinados a ser mar. La fuerza que impulsa nuestra corriente hacia él
es el Amor. Y el Amor es lo que hará posible la absoluta fusión del
río en el mar.

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor,
soy como una campana que resuena
o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía
y conociera todos los misterios y toda la ciencia,
aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de mover montañas,
si no tengo amor,
no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres
y entregara mi cuerpo a las llamas,
si no tengo amor,
no me sirve para nada.

El amor…

El amor no es envidioso,
el amor no hace alarde,
el amor no se envanece,
el amor no procede con bajeza,
el amor no busca su propio interés,
el amor no se irrita,
el amor no se alegra de la injusticia.
El amor no tiene en cuenta el mal,
ni se enfrenta a él.

Porque...

el amor abraza la oscuridad
hasta transformarla con su luz en resplandor resplandeciente.
Porque el amor es paciente,
porque el amor es servicial,
porque el amor se regocija con la verdad,
porque el amor todo lo disculpa,
porque el amor todo lo cree,
porque el amor todo lo crea,
porque el amor todo lo espera,
porque el amor todo lo soporta,
porque el amor todo lo puede.

El amor siempre será, el amor siempre Es.
El amor nunca dejará de ser
porque es precisamente el amor
lo único que fusiona el río en el mar,
el Hijo en el Padre,
el Amante en el Amado.
el Ser en el No-Ser.

Amor: Retorno al Hogar

Fuente: Grupo Buscadores del Círculo Sierpes

Más allá de la luz

  Hace unos quince días me llegaron referencias de la película "Más allá de la luz". Si bien las informaciones que tenía de ella, cinematográficamente hablando, no eran nada halagadoras, decidí prescindir de la forma y, como no podía ser de otro modo, decidir por mi mismo. Cierto es que el tema es muy particular ya que se concentra en las particulares capacidades de un sanador que entabla amistad con un científico y le transforma la vida. Muchos diran que es un argumento más que manido y subceptible de caer en lo sensibloide, pero en mi, modesta opinión, los creadores de la peli no pretenden otra cosa que contar, a través de una historia sencilla con trasfondo de romance, otra manera de sentir, y percibir, tanto a nosotros mismos como a lo que nos rodea. Destacándose una vez más el mensaje de que todos podemos desarrollar esas "capacidades especiales", que todos somos Uno y que el poder del Amor Universal no tiene límites. Os presento aquí una entrevista con el sanador René Mey, en cuya figura se basa la historia. 

Pero esto también somos nosotros

  Que fácil es caer en el papel representado de la película de la vida. Creerse que se es en vez de Ser. Estamos tan imbuidos de personalidad, del protagonista de nuestra película, que nos confundimos continuamente con él. Mostramos alardes de identificación y criticamos, ya sea a voz en grito o en silencio, lo que se salga del guión que nos hemos establecido, sin darnos cuenta de nuestra continua parcialidad, rasgo inequívoco de nuestra inconsciencia. No obstante, cuando somos capaces de percibirnos, los automatismos desaparecen y todo fluye como sí de un milagro se tratará, y es que somos eso, un milagro. El milagro de la Vida, del Amor, de la Creación consciente, del discernimiento, todo eso somos. Pero ¿qué decir de los actos que calificamos como "oscuros"? Pues que también esos actos somos. Para qué perder el tiempo en calificar, etiquetar, juzgar o realizar cualquier acción que lleve a una separación. Ego, puro ego autoalimentándose con la fuerza de un sistema que lo justifica y que es el principal instrumento para su cultivo. Pero atención, nosotros también somos esto. Entonces me diréis que para qué hacer nada si todo está hecho, todo es perfecto y todo lo que existe está en nosotros. Pues por eso mismo, compañeros, como todo está en nosotros, nosotros tenemos la capacidad y el poder para cambiarnos. Y ¿donde está el cambio? El cambio es Consciencia de Ser. Somos y siempre hemos sido pero esto no mucha gente lo sabe. Mejor dicho, no mucha gente lo ha sentido y me atrevería a decir que mucha menos gente lo práctica.

  Cuando se crea consciencia, cuando se siente Ser, sí, todo es lo mismo, se ve. Eres consciente como muchísimos de los actos del ser humano crean división en vez de unión. La primera tendencia es censurarlos, criticarlos, y entonces te metes tú también en la inconsciencia. La inconsciencia de creer Ser. Es común creerse un adalid de la luz que tiene que luchar y combatir contra los actos oscuros de un sistema esclavizante, robótico, creador de autómatas... Pero esto, tambien somos nosotros. Finalmente eres. Te conviertes en un observador consciente que crea desde sí mismo, compartiendo, amando. Te dedicas a Amar. Todo. Porque todo no es más que una manifestación más de lo divino en la materia. La Paz del reconocimiento de ti te inunda y siendo te compartes, una y otra vez, con todos los seres, que sabes, porque sientes, que son tú. Así siembras una cosecha que cambia el mundo, porque tú y todo lo que te rodea, crea consciencia.

SOY

 

La Divinidad sana a través mío.

Me entrego a la divinidad que reside en mí.

Amo todo lo que existe porque todo lo que existe es yo mismo amplificado.

Creo la abundancia en mi proceso vital.

Tengo todo lo que necesito.

Comparto mis experiencias amorosamente con los seres que se cruzan en mi camino.

Aprendo desde la humildad de lo sencillo, sin juzgar a nada ni a nadie.

Vosotros sois yo. Yo soy vosotros.

Todas las manifestaciones de lo creado forman parte de mí, y yo de ellas.

Vivo el Ahora, lo disfruto y saboreo, consciente de la autenticidad del momento presente.

Me abro a dar y recibir Amor, con el corazón pleno de luz y alegría.

Esa es mi Esencia.