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juanluna

Materia versus Espíritu

La necesidad o carencia de lo que creemos necesario determina una situación consciencial que se manifiesta en la menor o mayor presencia del Ser. En demasiadas ocasiones arrastrados por el devenir diario de autoexigencia nos engañamos a nosotros mismos justificando unas necesidades que son pura ilusión. El materialismo nos engancha con su burda vibración y nosotros como pipiolos asustados corremos a darle su parte en nuestras vidas, que en ocasiones resulta ser tan amplia que nos ahoga por completo. Cierto es que somos materia y que por tanto tiene su función y merece su atención. Es nuestro anclaje, nuestro agarre, nuestro abrazo continuo con la Madre Tierra creadora, dadora y engendradora de vida en toda su diversidad. ¿Acaso para huir de la alienante existencia que se ha creado el ser humano no acude a la naturaleza, al mar, al bosque, a la montaña? Ese algo que vibra constantemente en nuestro interior no se cansa de insistirnos y de llevarnos allí donde las oportunidades de encuentro con nuestra Esencia están más a flor de piel. Sí, finalmente todo depende de nosotros, de nuestro libre albedrío, de nuestro empuje, de nuestras ganas, de nuestra apertura, de nuestro amor.

  Queridos, la paz está aquí, siempre ha estado aquí y ya es hora de que os encontréis con ella. Ese estado perpetuo de no necesidad, de no dependencia, de soledad complacida, de ligereza, de armonía, de musicalidad, de alegría, de confianza, de plenitud... Ese estado sois vosotros, son ellos, eres tú, soy yo. ¡Creedlo! ¡Creadlo! Y situaos de este modo en lo que verdaderamente Es. A vuestra manera, a vuestro modo, a vuestro ritmo, el no-tiempo es el que marca este encuentro con el Todo que eres y que siempre has sido. Vive tu Ahora con agradecimiento. Abre los brazos a la vida generosa que no desea otra cosa que otorgarte sus dones. Los problemas, las dificultades, los tropiezos, no son más  que mecanismos de avance convocados por el arte de darse cuenta. Acéptalos y trata de vivirlos constructivamente como una bendición, como una gran oportunidad de ver la grandeza, tu grandeza.

  A poco que lo vayas consiguiendo la vida será como un baile de continuo disfrute donde todas las coreografías son Una, porque tú y el Todo sois Uno. Entonces lo lograrás. Tu baile será único e inimitable, y a la vez suave, fluido, armonioso, y en sincronía con el de todas las criaturas manifestadoras que te acompañan en este viaje. Tu visión se ampliará, de ver tu paso como el único valido pasarás a ver el de los demás como parte del tuyo. De ver sólo tu espacio pasarás a ver el salón entero, después los salones contiguos, después la casa de los salones y más tarde todas las casas que se mostraran infinitas y contentas de tu visita consciente.

  Así que practica el disfrute de lo sencillo y te encontrarás. Usa tu multidimensionalidad como paleta maravillosa de tu arte de vivir. Usa la materia, lo más denso, para tocar, para mostrar sin tapujos ese calor humano que te alimenta, que te nutre, que te hace vibrar a través del templo de tu cuerpo físico. Y usa a su vez tus otras dimensiones, las más sutiles, para comunicar, intuitivamente, telepaticamente, de corazón, viviendo un eterno ciclo de reconocimiento de ti, y vuela, que para eso tienes alas.

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