La expectativa
Una dama de gran nombre
por todos reconocida
es la dueña de la mente
de aquél que la cobija.
En un mundo de quehaceres
que buscan quitar la vida
ella campa a sus anchas
sintiendo que no respiras.
Es un ritmo sincopado
el que su danza maneja
dejándote bien enganchado
si no estás alerta.
Te sales de ti al buscarla,
mirarla es estar perdido
en un conjunto de razones
que no tienen desperdicio.
En tu frente queda marcado
ese algo que es objetivo,
encomiendas a ello tu hacer
y más que vivir sobrevivo.
Si no escapas a su ley
el miedo te habrá vencido
porque estar en el mañana
es no estar en ningún sitio.
Abandona su lazo de futuro
y salta a la experiencia de niño,
así vivirás la vida,
sobrarán los motivos.
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