Encuentros inesperados
Serían algo más de las dos de la madrugada cuando una fuerte sensación de energía desbordante me llevó a ponerme a meditar. Al rato de sentir como circulaba por todo mi ser una fuerza de despertar increible me ví ante alguien que dijo llamarse Anael (por entonces yo desconocía que se trataba de uno de los siete arcángeles principales). Este me dijo que en esos momentos se hallaba en labores de custodia de los archivos akásicos y, a continuación, me mostró como todos los seres humanos ya existíamos antes de ser conocidos como humanidad, como desde el principio de los tiempos, desde antes de la creación de nuestro adorado planeta ya estabamos presentes en espíritu, en cuerpos de luz infinitamente más sutiles del cuerpo material que conocemos todos. Anael me mostró la danza cósmica que se produjo en la creación de la Tierra, como la mezcla de energías manifestadas en gases que alteraban su composición inicial para interactuar y mezclarse dando lugar a nuevos organismos por mandato divino fue creando el planeta y todos los sistemas vitales que lo componen. Ví como todo estaba unido por una especie de red energética que me pareció, a modo de la que suelen utilizar los pescadores, de un verde intenso y luminoso. Poco a poco la materia se fue extendiendo y las innumerables especies, entre las que se encontraba el futuro ser humano, poblaron el planeta. Posteriormente nosotros, como seres luminosos en consciencia, elegimos vivir la experiencia renovadora y evolucionante de la vida, aun a sabiendas que ello nos obligaba a que el velo de la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de lo que somos cayera sobre nosotros.
Tras la visita de Anael me encontré en una especie de nave plateada, en una plataforma, donde un ser de melena dorada, barba y ojos muy claros me recibió y se presentó como Ashtar Sheran. LLevaba un uniforme plateado que cubría su estilizada figura y en el centro del pecho tenía una estrella brillante y luminosa de ocho puntas que parecía estar siempre en movimiento. ´Puso su mano izquierda sobre mi hombro derecho y su mano derecha sobre mi corazón y me dijo: "Bienvenido hermano y compañero de la hermandad blanca", comprobé que en mi pecho también estaba la mencionada estrella. Me dijo que no me preocupara y que siguiera confiando en mi sentir, que era el verdadero guía para andar el camino, que no me dejara atrapar por las manipulaciones y los razonamientos mentales que trataban de justificar comportamientos limitantes. Los tiempos que vivimos son de profunda transformación y regeneración. Esto trae consigo una amalgama de informaciones e intensidades energéticas que pueden, y de hecho así ocurre, traer mucha confusión si no permanecemos en el amor. Son tiempos muy movidos porque traen consigo procesos particulares de limpieza, depuración y sanación para dejar atrás definitivamente mochilas y cargas de energías antiguas de baja vibración. Son los pasos previos a la transformación definitiva y el surgimiento de una nueva humanidad. Me siguió hablando de que la tierra ya estaba inmersa en las contracciones de este "parto cósmico" y, finalmente, me felicito amorosamente y me dió las gracias por el contacto.
2 comentarios
braian -
alfinal me estais liando. jaja =P
o sera que a ashtar le gusta tenirse el pelo deves encuando XD gracias juan.
Coré -
qué hermosa experiencia! gracias por compartirla. Quiero también darte la enhorabuena si es que en estas cosas del despertar espiritual y el crecimiento y evolución del ser se puede uno felicitar. Creo que lo que cuentas es una preciosa y muy especial confirmación de que tu camino es sincero y da ya frutos que son alimento de los que te rodeamos.
Hoy leyendo tu experiencia, me he sentido honrado de que estés cerca y compartas tu amistad conmigo.
Ánimo y gracias de corazón por compartir tu vida con nosotros.Abrazo fuerte.