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juanluna

Espiritualidad

Alimentarse de energía

Investigando por la red me encontré con el tema de los que se denominan "pránicos", que son las personas que se alimentan única y exclusivamente de la energía existente en el todo y principalmente de la que nos proporciona el Sol. Ya por noviembre del pasado año me cruzé en mi camino con personas que practicaban una técnica denominada `"sungazing", cuyo precursor es Hira Ratan Manek, y que consiste basicamente en alimentarse de la radiación solar. A través de un proceso progresivo de observación continuada del Sol en las horas más adecuadas (al amanecer o en el ocaso) se consigue abastecerse de la energía necesaria con lo cual la necesidad de ingerir alimento desaparece, pasando a ser algo unicamente optativo. Por otro lado un argentino llamado Victor Trubiano, asegura llevar tres años sin comer y algo menos sin ingerir ningún líquido, alimentandose única y exclusivamente del "prana" (energía que está presente en el Todo). En fin, reflexionemos todos y cada uno y seamos conscientes de que somos mucho más de lo que creemos ser, que en la mayoría de los casos no hacemos más que autolimitarnos y que un sistema, en el que vivimos, basado en etiquetas, formulismos e intereses egoicos está condenado a su extinción.

El traje

  Alineados en el montaje cotidiano que nos absorve perdemos el amarre de lo auténtico. Nos vamos a lo complicado. Nos gusta complicarnos. Nos quejamos. Claro reflejo de que el recuerdo está aun lejano. Pero no, ¡está aquí! Quitémosnos la maraña del aturdimiento que nos acompaña por norma. Despidámonos de conceptos que no hacen que otra cosa que estorbar, llenarnos de imágenes preconcebidas sobre lo que es, sobre lo que somos, sobre lo que debemos ser. Ya es la hora de disipar el velo de la ignorancia que nos acompaña. Que se ha agarrado a nuestro cuello como un estrangulador ansioso y no nos deja respirar la Vida, la Esencia, la Unidad, la Divinidad. Juicios, etiquetas, parafernalias, una y otra vez caemos y nos vestimos con un traje que ya está más que deshilachado y lleno de agujeros de inconsciencia. ¡Ya es la hora! El nuevo traje ya está listo, a nuestra medida, nos sienta como un guante ¿a que esperamos para ponernoslo? En realidad, siempre ha estado ahí, esperando que llegaramos, que tuvieramos ojos para verlo. Es el traje de la libertad, de la consciencia, de la sabiduría, del Amor Incondicional. ¿No os habéis dado cuenta de que ya lo llevaváis puesto? Ya se que no. Los retazos de ese traje viejo lo tenían bien oculto. Así que ya sabéis, dejémonos de remiendos sobre un patrón de diseño que ya está más que obsoleto. Compartir, Dar, Recibir, Amar..., estos son los colores del nuevo tejido. Si lo quieres, aquí lo tienes, sólo tienes que elegirlo.

Un abrazo de verdad

  En mis sanaciones, conferencias, actos, reuniones...etc siempre suelo ofrecerme en abrazos. Es tan sencillo el gesto que muchas personas se han acostumbrado a pasar de largo ante él sin percatarse de cuanto significa. Nos perdemos en su forma y no encontramos su importancia. Entregarte al hermano (todos lo somos) y recibir de él lo mismo o más que estás ofreciendo, porque en este acto dos personas se hacen uno. La energía fluye y embadurna con los colores vivos de la alegría del momento la obra del instante. Es darte...y darme. Es recibirte...y recibirme. Lo simple es hermoso porque somos. El abrazo de Amor Incondicional es un manifiesto que aparta los juicios, las caretas, los disfraces, las historietas, de un plumazo. Eres. No te conviertes en nada porque ya Eres. Siempre has sido y siempre serás.

  Comunicad con vuestro corazón, que espera ansioso que descolguéis el auricular, cansado ya de llamaros y encontrarse una y otra vez con el contestador automático de vuestra inconsciencia. Dejad de ser automatas del vivir para daros cuenta de que sois (somos) divinos. Y demostradlo. Sí, demostremoslo. Las palabras se quedan sordas frente a un acto de amor consciente y silencioso. ¡Qué belleza! Es tan sublime y tan fácil. Sentir compartiendo con otra persona esa fuerza que lo mueve todo en un abrazo. Embadurnarte con las energías de la paz y el sosiego en un momento de entrega absoluta a lo que Es, a lo que Eres, a lo que Somos.

  Nos ha costado tanto desprendernos de las mochilas que tienen su origen en la Egolatría. Es la hora. Pasemos a una etapa que ya ha comenzado. Sintamos el movimiento y la quietud de una existencia en el Ahora que abre las puertas a la sabiduría del Ser. No nos enredemos más en sistemas enredosos que traen más confusión que otra cosa a nuestro descubrimiento. Sintamos y confiemos en nuestro sentir, que emana de la paz inalterable de la Unidad a la que pertenecemos. Aunque no lo creáis, es así de fácil.

El Ser compartido

  El pasado viernes día 12 tuvo lugar la conferencia-presentación de mi libro "Viaje Interior" en el pueblo sevillano de Camas. He de decir que, en esta ocasión, el acto se desarrolló en un ambiente de lo más familiar, ya que apenas eramos veinte personas en total y la mayoría nos conocíamos. Fue una bonita ocasión en la que tuvimos el placer de compartirnos unos con otros y disfrutar del momento.

  Hoy, día 19 de Marzo, estaré en Olivares, en el Salón de Actos del Ayuntamiento a las 19 horas. La presentación del libro, como siempre, no será más que una excusa para reunirnos y, principalmente yo, que soy el que expone, abrirme a compartir mis experiencias con toda aquella persona que este presente y así lo desee. Hablaré, como no, de las temáticas que rodean mi libro, pero todo se puede resumir en dos palabras: Amor Incondicional. La Esencia. La Fuente. El Ser. Y como, partiendo de uno mismo y viviendo el ahora, se produce el milagro.

  Quisiera compartir con vosotros unas palabras entresacadas del apartado "¡Toma el mando y Ama!" del libro Buscadores de mi amigo Emilio Carrillo. Me siento muy en sintonía con él y aunque quizás a algunos os puedan sonar como algo drásticas os recomiendo que las integréis de corazón y no os quedéis en los meros conceptos.

"...A menudo, los buscadores se embarcan en una ansiosa y laboriosa captación de conocimientos que terminan por perderlos en un laberinto de teorías, conceptos y prácticas: que si una escuela dice no sé qué, que si otra explica no sé cuanto, qué idea tan interesante esta, que forma tan original e intensa de meditar, que si con ese maestro aprendo tal cosa, que si ese otro me enseña tal otra, que si ese libro es magnífico, pues anda que esa pagina web,...¡cuánto mal trato y atosigamiento para nuestra mente! Pero todo es bastante más sencillo y directo; es cuestión de consciencia: ¡soy el que soy!, una plasmación de Dios y Dios mismo, no la hoja, sino el árbol; no la ola, sino el mar."

"¡Entérate de una vez y no sigas dando vueltas a la noria! El conocimiento es vacuo; la Consciencia es la expresión absoluta del Ser. Las vías y prácticas, da igual que se basen en la mente o en la no-mente, son un embrollo para la toma de consciencia; las técnicas, sean las que sean, un enredo; las experiencias, una maraña. El momento presente, el aquí y ahora, no ha de ocuparse con conocimientos, vías, prácticas, técnicas o experiencias. Sólo llenarse con Ser. O, lo que es lo mismo, con Amor. Cuando ocupas el ahora en algo que no sea Amor Incondicional a todo y a todos, estás enclaustrando tu esencia-tu Verdadero Ser- entre las rejas de la vanidad. [...] Si hay Consciencia, Ser es Amor. Si Ser no es sólo y exclusivamente Amor Incondicional, no hay Consciencia. Todo lo demás, no es."

" Eres (somos, soy) la Creación, el Creador y el Milagro: desde la individualidad en libre albedrío y en la tridimensionalidad, tomo consciencia de lo que soy y de lo que es; y conmigo se expande la Consciencia de la suma de que la formo parte y, con ello, la Unidad Divina y Multidimensionalidad. [...] Ya no hay dualidades y triunfa la Unidad. Reconozco completamente, acepto plenamente y me integro con todas sus consecuencias en la Unidad Divina a la que siempre he pertenecido y sobre la que ya soy absolutamente consciente. La Unidad que me hace uno con el Ser Uno, aquí y ahora, que pone de manifiesto mi divinidad recien reconocida, aunque siempre estuviera ahí, y que modifica las condiciones, circunstancias y características del mundo exterior en consonancia y coherencia con mi linaje divinal. Y en consciencia, me ocupo en el ahora de Amar y sólo de Amar, mi única y portentosa acción, mi Esencia; y, al Amar, todos los poderes divinos son mis poderes puestos al servicio de llenar de Amor un mundo que tanto lo necesita."

Soy sanador

  Uno de los asistentes a la conferencia que di el pasado día 22 en el Círculo Mercantil de Sevilla me comentaba que había sido muy valiente al hablar de ciertas cosas de las que hablé y decir abiertamente que soy sanador. Yo le respondí que no había hecho nada especialmente destacable ya que me había limitado, como no puede ser de otra manera, a compartir mis experiencias con el público asistente. El hecho de decir "soy sanador" es para mí algo natural ya que así me siento y así lo he experimentado, tanto conmigo mismo como con los demás. Esto, sin embargo, no deja de ser algo que podía quedar en el ámbito de lo meramente anecdótico, queridos lectores, ya que, aunque no lo creáis, todos somos sanadores, todos sanamos. Con mayor o menor consciencia de ello, eso sí, y ahí es donde evidentemente reside la "diferencia", en el nivel de consciencia de cada cual. Reconocer esta diferencia no es establecer distingos (de ahí las comillas) sino que es el primer paso para darse cuenta de que, en realidad, no existe. Y ustedes me dirán ¿Cómo es posible que reconocer una "diferencia" te lleve a darte cuenta de que no existe? En principio parece una contradicción ¿no creen? Pues no es así. El reconocerse (volver a conocerse), el aceptarse, indica que estás ya en el viaje consciente hacia lo que eres, hacia lo que es. Siempre has sido y siempre serás. Simplemente ocurre que para vivir esta experiencia terrena hemos adoptado un manto de olvido necesario para así poder crecer en experiencias de autoconocimiento y evolucionar. No obstante, una vez empiezas a vislumbrar el ser, una vez empiezas a rasgar las vestiduras de la inconsciencia de ti, del ahora, de tu conexión con todo y con todos, la vida se transforma.

  Soy sanador y, como yo soy tú y tú eres yo, tú también lo eres. Existen potencialidades, es verdad. Unos están más "dotados" que otros para ciertas actividades, ocupaciones o trabajos. Se parte de un determinado estado, de una determinada vibración, de una determinada frecuencia energética, y esto, sin lugar a dudas, determina la manifestación de según que acontecimientos. Pero eso no quita el que te sanes y ayudes a los demás a autosanarse. La llave es universal y se llama Amor Incondicional. Abriéndose a dar y recibir en el aparentemente sencillo acto de un abrazo consciente ya estás obrando el milagro, porque tú eres el milagro.

Abrazos a todos.

Perdidos en la forma

¡Qué fácil es autoengañarse! La fuerza de la costumbre se vuelve prodigiosa y nos lleva a creer en vez de a ser. Actuamos guiados inconscientemente por la trilogía del Tener-Hacer-Ser y nos decimos: "Cuando yo tenga dinero, haré lo que siempre he querido hacer y entonces seré feliz" "Cuando yo tenga pareja, haré una vida plena y entonces seré una persona completa" "Cuando tenga la casa de mis sueños, viviré tranquilo y entonces estaré en paz" ¡Qué engañados estamos! Es como plantar una semilla en una tierra baldía, como construir una casa por el tejado, como empezar un árbol por las ramas. Y no nos damos cuenta. Seguimos cayendo una y otra vez en la trampa de la forma que nos recibe deseosa con los brazos abiertos. Dándole importancia a las cosas que no la tienen. Luchando contra la vida en vez de aceptarla y fluir con ella.

  La maquinaria de difusión está estupendamente engrasada y los siglos de práctica hacen que funcione a la perfección para servir a los propósitos de aquellos que no quieren otra cosa que perpetuar lo establecido. Un sistema basado en el ego, en el poder y el interés de unos pocos, que está condenado a la extinción. Muchos ya sentimos que está dando sus últimos estertores. La consciencia de la humanidad aumenta y aunque diariamente a través de los medios del despropósito se nos quiera convencer de lo contrario, se nos quiera invadir de desesperanza, horror y temor, todo esto no es más que un montaje, una sarta de mentiras, todas con el mismo patrón, utilizadas una y otra vez para contaminarte, para esclavizarte, creándote miedos que te paralizan, necesidades vanas y totalmente superfluas para justificar una y otra vez un consumismo voraz, una existencia basada en la apariencia, en lo exterior, en lo que no permanece. Es cierto que son tiempos confusos, pero la fuerza divina del Amor Incondicional que reside en lo más profundo de todos nosotros hará florecer el discernimiento. Ya lo está haciendo. Muchas personas, cada vez más, están viendo más allá de lo aparente, están creciendo desde la humildad y manifestando su presencia, su estar, su Ser. Con su ejemplo y disposición de servicio la luz se expande. La forma va quedando entonces como lo que es, un mero vehículo de manifestación de la consciencia en la dualidad. La forma es perecedera. La consciencia eterna. Y nosotros, queridos todos, somos consciencia.  

Navidades auténticas

  Se acercan las fechas navideñas. Fechas en las que nos agarramos a la costumbre de la celebración para tapar u esconder agujeros que durante todo el año son más que evidentes y que en la mayoría de los casos, más que tapar, a poco que nos observemos se destacan. Por supuesto no me refiero a los agujeros económicos, tan recurrentes en estos tiempos de crisis creada como elemento fundamental y catalizador de miedos particulares, me refiero a los agujeros del alma. Estos no se pueden tapar más que con un concienzudo trabajo de aceptación y mucho, muchísimo amor.

  Casí ahogada totalmente la esencia por la vorágine consumista, las comilonas de rigor, el discursillo del monarca, la lotería reparte millones, los villancicos gastados, los turrones, polvorones, mantecados, el belén, el arbolito, el gordito del polo norte o los reyes majetes...etc  Al final de todo ¿qué nos queda si no estamos en nuestro ser?, pues un circo, un montaje de mil pares de cojones que cuando deje de sonar la música festiva se quedará ahí como los restos de un barco varado que no puede salir del puerto. No obstante, si hemos creado todo esto por algo será ¿no os parece queridos lectores? Así que aprovechemos la disyuntiva para crear, para dar, para ofrecernos, para abrirnos a recibir, con amor, muchísimo amor.

  Vivid el momento, disfrutadlo, saboreadlo, compartidlo con deleite, sentidlo. Tened el firme propósito, la clara intención de corazón, de unir. Así los egos se diluyen, desaparecen, para crear una comunidad de luz armoniosa, limpiadora, sanadora. Todo lo demás vendrá por añadidura. Los alimentos más sabrosos. Las sonrisas más auténticas. Las canciones más hermosas. Los abrazos. Los besos.

"Amaos los unos a los otros como yo os he amado"

Feliz Navidad a todos. Os quiero.

Bajarse del sillón, de la nube, del pedestal...

  Vas avanzando, circulando, moviendote al ritmo que tus pasos marcan. Muchas, muchísimas veces, crees haber llegado allí donde pretendías. Estás bien. Te sientes bien. Con lo que dices, con lo que haces, con lo que los demás dicen que haces. Con como haces sentir al otro, a la otra, con tu sola presencia. ¡Qué maravilla! ¡Qué sensación! ¡Qué felicidad! Ahí estás. Donde mejor se puede estar. Donde tu corazón, tu mente y hasta tu alma se han puesto de acuerdo para que estes. Y entonces, ¿qué pasa? ¿lo tienes todo claro de verdad? Crees que sí. Ves lo nunca visto. Sientes lo nunca sentido.

  Pero la inconsciencia está al acecho, se alía con tus oscuridades para introducirse por los intersticios de tu luz inmensa. Acuden al mejor instrumento, al que siempre acude y está esperando cualquier oportunidad para manifestarse, el ego. Un inmenso ego que nos exclaviza y nos invade de su falso orgullo. Y traspasadas nuestra débiles defensas de consciencia nos hallamos otra vez en un trono de mentira. Ese que nos hace creer que somos lo que no somos. Ese que nos situa por encima de alguien o de algo cuando en realidad es la misma mierda la que nos cubre. Parece sencillo ¿verdad? Lo es. Y a pesar de ello nos complicamos en análisis, razonamientos, justificaciones, suposiciones... que no llevan a ninguna parte más que a permanecer en nuestra ignorancia del ser. Hasta que no nos demos cuenta de que todos somos uno sin excepción y lo integremos completamente no daremos el gran paso evolutivo que nuestro equilibrio pide a gritos. Sí, todos somos uno. ¿Y qué significa esto? Muchas cosas. Humildad. Aceptación. Alegría. Amor inmenso. Tú eres yo. Yo soy tú, y todos somos. Ya lo dijo en su día el Nazareno, "Lo que hagas al más pequeño de tus hermanos me lo estarás haciendo a mí", "Lo que yo hago vosotros lo haréis y más". ¿Acaso estás palabras no transmiten en su esencia el mensaje de unión que nos es propio? Todos estamos unidos y somos lo mismo en esencia. Por tanto, tenemos que aceptar, queridos lectores, que el criminal, el asesino, el violador, el genocida..., todos estos son yo, son tú. Así que el camino no está en la condenación, en el odio, sino en la redención, en el perdón, en mostrar con el ejemplo a las almas oscuras la luz que llevan dentro y ayudarlas a que salga. Con esto no quiero decir que se las libre de toda responsabilidad de sus actos, todo lo contrario, pero nosotros actuemos desde el Amor. Un criminal no es más que un inconsciente que hace lo que puede con lo poco que sabe. Y aunque la gran mayoría se rasgará las vestiduras al leer esto, yo os digo, "Hitler también fue al cielo".

  Nosotros por nuestra parte hagamos lo que esté en nuestra mano en nuestra vida cotidiana, en nuestro campo de acción del día a día, que, aunque muchos no lo creáis es el más destacado. Hagamos del ejemplo nuestro predicamento. No hay por qué irse a un monasterio, rezar continuamente, irse al "quinto pino" o lo que sea para encontrar lo que buscamos, porque está dentro de nosotros. Sé que muchos me dirán que todo esto es palabrería y que quien no tiene una comida decente que llevarse a la boca no se va a andar con zarandajas del interior. Así es,cada uno está donde está y parte de donde parte y para estas personas su prioridad en esta vida es el buscar su alimento, pero yo os digo que dentro de su actividad prioritaria, con su forma y acción, también pueden practicar el amor, y a veces con mucha más "intensidad" que cualquier otra persona pretendidamente más concienciada. Así que, lo dicho, bajémonos todos del sillón tronal al que es tan fácil encaramarse  enaltecido por las alabanzas, y seamos todos uno.