Pero esto también somos nosotros
Que fácil es caer en el papel representado de la película de la vida. Creerse que se es en vez de Ser. Estamos tan imbuidos de personalidad, del protagonista de nuestra película, que nos confundimos continuamente con él. Mostramos alardes de identificación y criticamos, ya sea a voz en grito o en silencio, lo que se salga del guión que nos hemos establecido, sin darnos cuenta de nuestra continua parcialidad, rasgo inequívoco de nuestra inconsciencia. No obstante, cuando somos capaces de percibirnos, los automatismos desaparecen y todo fluye como sí de un milagro se tratará, y es que somos eso, un milagro. El milagro de la Vida, del Amor, de la Creación consciente, del discernimiento, todo eso somos. Pero ¿qué decir de los actos que calificamos como "oscuros"? Pues que también esos actos somos. Para qué perder el tiempo en calificar, etiquetar, juzgar o realizar cualquier acción que lleve a una separación. Ego, puro ego autoalimentándose con la fuerza de un sistema que lo justifica y que es el principal instrumento para su cultivo. Pero atención, nosotros también somos esto. Entonces me diréis que para qué hacer nada si todo está hecho, todo es perfecto y todo lo que existe está en nosotros. Pues por eso mismo, compañeros, como todo está en nosotros, nosotros tenemos la capacidad y el poder para cambiarnos. Y ¿donde está el cambio? El cambio es Consciencia de Ser. Somos y siempre hemos sido pero esto no mucha gente lo sabe. Mejor dicho, no mucha gente lo ha sentido y me atrevería a decir que mucha menos gente lo práctica.
Cuando se crea consciencia, cuando se siente Ser, sí, todo es lo mismo, se ve. Eres consciente como muchísimos de los actos del ser humano crean división en vez de unión. La primera tendencia es censurarlos, criticarlos, y entonces te metes tú también en la inconsciencia. La inconsciencia de creer Ser. Es común creerse un adalid de la luz que tiene que luchar y combatir contra los actos oscuros de un sistema esclavizante, robótico, creador de autómatas... Pero esto, tambien somos nosotros. Finalmente eres. Te conviertes en un observador consciente que crea desde sí mismo, compartiendo, amando. Te dedicas a Amar. Todo. Porque todo no es más que una manifestación más de lo divino en la materia. La Paz del reconocimiento de ti te inunda y siendo te compartes, una y otra vez, con todos los seres, que sabes, porque sientes, que son tú. Así siembras una cosecha que cambia el mundo, porque tú y todo lo que te rodea, crea consciencia.
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