Intelectualidad espiritual
En estos tiempos de profunda transformación en que nos hallamos las manifestaciones de la esencia en el ámbito del conocimiento de uno mismo se multiplican. Lo espiritual se ha convertido en una denominación y arrastra un supermercado tras de sí que deja atrás cualquier gran superficie comercial que podamos imaginar. Y, como en toda gran superficie, las ofertas pululan a diestro y siniestro. Los escaparates se hacen ostensibles y pretenden deslumbrar con luces llamativas que, disfrazadas de artificio, han perdido autenticidad y, muchas veces sin saberlo, se alejan de la raíz, que toma alimento del corazón que todo lo llena, para perderse en las ramas de los razonamientos valdíos. ¡Qué bonito es verlo y a la vez darse cuenta de que uno mismo también se pierde! ¡Qué bonito es reconocerse perdido para volver a encontrarse! Hermanos,¿no creeis que el primer paso para avanzar es saber verdadaremente donde estáis? Dicho de otro modo, saber de manera consciente y plena que sois y siempre habéis sido, que los demás sois vosotros, que todo es uno, que todo está bien.
Los movimientos energéticos crecen en frecuencia e intensidad y, mientras tanto, aun andamos enredados en disquisiciones sobre lo que es o lo que debería ser. Seguimos viviendo de proyecciones y expectativas sobre todo y todos, que estan condenadas al fracaso, porque, en mi humilde opinión, todo lo que no se cree desde el momento único del ahora, desde la comunión total con uno mismo, encontrará en el camino barreras de inconsciencia multiplicadas. LLegados a este punto, a uno no le importa tener o no tener razón, proponer o no proponer, hablar o estar en silencio, que le escuchen, le comenten o le dejen de comentar. Uno es, y al Ser, vive el disfrute en sí mismo, independientemente de cualquier manifestación que se produzca. Eso no quita, por supuesto, que se pueda sentir más reflejado o cercano a unas personas que a otras, es inevitable y, a la vez, delicioso. La variedad de la creación, la maestría del creador, se muestra por todos lados, y nada importa, o importa todo. Como por arte de magia, cuando se está ciertamente en la frecuencia del Amor, desaparecen los miedos, los juicios, los orgulllos, los egos... La diferencia, en vez de separar, une. Los corazones despiertan y el compartir acrecienta ese despertar.
Cada vez percibo en mayor medida como las palabras se quedan huecas si no es el corazón el que está hablando. Tú eres un canal a través del cual Dios se experimenta y, como tal, con la sencillez de estar fluyendo todo ocurre según tenga que ocurrir en base al plan divino y a lo por ti creado. Eres, por tanto, Dios en la Tierra, así que se consecuente y actua en base a esa coherencia. Como dijo Mahatma Gandhi: " Se el cambio que quieres en tu vida".
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