Blogia
juanluna

Testimonio

Bye Bye Blog

Tras el tiempo de maduración necesario para llevar a cabo la idea finalmente abandono este blog. Pero no preocuparos, queridos seguidores, pues no es más que un traslado. Mis letras seguirán adornando y comunicando a través de la pantalla. Los motivos no han sido mas que técnicos. ya que el nuevo habitáculo ofrece unas opciones de divulgación de las que éste carece. Aparte, y este es el motivo principal, se han dado problemas de funcionamiento que indican un "cierto abandono" por el mantenedor de la página de blogia. Por todo ello, me mudo. El enlace lo teneis en la columna de enlaces de la derecha con el título "Nuevo Blog". Para los despistados deciros que la dirección es http://juanlunasanador.blogspot.com.es

Os veo por allí, donde también teneis el enlace a este blog que se clausura para que no tengais problema en acceder a mis textos antiguos.

Abrazos a todos.

La energía más poderosa del universo

  Os incluyo un texto que me hizo llegar hace unos días mi amigo Jesús Molina y que me llegó al corazón. Espero que lo disfrutéis como yo lo he disfrutado.

FRAGMENTO DE LA ULTIMA CARTA DE EINSTEIN A SU HIJA

"Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.

Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.

Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.

El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.

Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.

Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.

Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.

Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!".

Tu padre: Albert Einstein"

Tertulias de Hinneni

  A principios del mes pasado se inició una iniciativa por parte de mis queridos amigos de la Asociación Hinneni consistente en el desarrollo de unas tertulias con objeto de difundir el mensaje consciente. Tuve el honor, junto a mi amigo Lorenzo, médico de profesión, de servir de "conejillo de indias" y juntos departimos sobre sanación y salud en general en el video que abre este ciclo de tertulias. Una grata experiencia de la que ambos disfrutamos y que estoy seguro se repetirá. Desde aquí mi humilde agradecimiento a todas aquellas personas que hacen esta iniciativa posible, que se une, y me consta, a muchas otras que ya de por sí venían desarrollando. A ti Lorenzo, por compartir conmigo este momento y hacerlo aún más especial con tu presencia. Y a todos y cada uno, no doy nombres porque no son necesarios para que os reconozcáis en mi agradecimiento.

De todo corazón.

Juan.

Materia versus Espíritu

La necesidad o carencia de lo que creemos necesario determina una situación consciencial que se manifiesta en la menor o mayor presencia del Ser. En demasiadas ocasiones arrastrados por el devenir diario de autoexigencia nos engañamos a nosotros mismos justificando unas necesidades que son pura ilusión. El materialismo nos engancha con su burda vibración y nosotros como pipiolos asustados corremos a darle su parte en nuestras vidas, que en ocasiones resulta ser tan amplia que nos ahoga por completo. Cierto es que somos materia y que por tanto tiene su función y merece su atención. Es nuestro anclaje, nuestro agarre, nuestro abrazo continuo con la Madre Tierra creadora, dadora y engendradora de vida en toda su diversidad. ¿Acaso para huir de la alienante existencia que se ha creado el ser humano no acude a la naturaleza, al mar, al bosque, a la montaña? Ese algo que vibra constantemente en nuestro interior no se cansa de insistirnos y de llevarnos allí donde las oportunidades de encuentro con nuestra Esencia están más a flor de piel. Sí, finalmente todo depende de nosotros, de nuestro libre albedrío, de nuestro empuje, de nuestras ganas, de nuestra apertura, de nuestro amor.

  Queridos, la paz está aquí, siempre ha estado aquí y ya es hora de que os encontréis con ella. Ese estado perpetuo de no necesidad, de no dependencia, de soledad complacida, de ligereza, de armonía, de musicalidad, de alegría, de confianza, de plenitud... Ese estado sois vosotros, son ellos, eres tú, soy yo. ¡Creedlo! ¡Creadlo! Y situaos de este modo en lo que verdaderamente Es. A vuestra manera, a vuestro modo, a vuestro ritmo, el no-tiempo es el que marca este encuentro con el Todo que eres y que siempre has sido. Vive tu Ahora con agradecimiento. Abre los brazos a la vida generosa que no desea otra cosa que otorgarte sus dones. Los problemas, las dificultades, los tropiezos, no son más  que mecanismos de avance convocados por el arte de darse cuenta. Acéptalos y trata de vivirlos constructivamente como una bendición, como una gran oportunidad de ver la grandeza, tu grandeza.

  A poco que lo vayas consiguiendo la vida será como un baile de continuo disfrute donde todas las coreografías son Una, porque tú y el Todo sois Uno. Entonces lo lograrás. Tu baile será único e inimitable, y a la vez suave, fluido, armonioso, y en sincronía con el de todas las criaturas manifestadoras que te acompañan en este viaje. Tu visión se ampliará, de ver tu paso como el único valido pasarás a ver el de los demás como parte del tuyo. De ver sólo tu espacio pasarás a ver el salón entero, después los salones contiguos, después la casa de los salones y más tarde todas las casas que se mostraran infinitas y contentas de tu visita consciente.

  Así que practica el disfrute de lo sencillo y te encontrarás. Usa tu multidimensionalidad como paleta maravillosa de tu arte de vivir. Usa la materia, lo más denso, para tocar, para mostrar sin tapujos ese calor humano que te alimenta, que te nutre, que te hace vibrar a través del templo de tu cuerpo físico. Y usa a su vez tus otras dimensiones, las más sutiles, para comunicar, intuitivamente, telepaticamente, de corazón, viviendo un eterno ciclo de reconocimiento de ti, y vuela, que para eso tienes alas.

Pobrezas

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre sólos.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.

Del libro "Patas arriba. La escuela del mundo al revés" de Eduardo Galeano.

Necesito poco

Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco

Artículo publicado en La Vanguardia, escrito por la periodista Ángeles
Caso.

Será porque tres de mis más
queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a
enfermedades gravísima.O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre
que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he
conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas
alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas
malas
como para empezar a colocar las cosas en su sitio.

Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí
cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que
tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de
qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece: ni el éxito, ni el
poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad.

Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del
fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los
quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar
en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias
, sobre las que nadie
derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena
verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de
pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre
las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de
oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar
y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su
derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos.

Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de
las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante.

A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen
pústulas.

A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir,
pensar y ser.



Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan
sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas
carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce
de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de
cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa
de las músicas.

Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi
conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que
pago con gusto todo el precio que haya que pagar.

Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para
disfrutar de lo bueno
. Un instante de belleza a diario. Echar
desesperadamente de menos a los que tengan que irse, porque tuve la suerte de
haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando
cada vez que algo lo merezca
, pero no quejarme de ninguna tontería. No
convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.

Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que
valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o
todo.

Ramos de agradecimiento

  Hoy quiero repartir ramos de agradecimiento. Estos ramos pueden ser sencillos, elaborados, coloridos, apagados, brillantes, callados, parlanchines y hasta invisibles, si no tienes cuidado. Reparto y reparto y cada cual los mira embelesado. Algunos ven luces de colores nunca logrados. Otros intentan ver y al no ver nada los devuelven desilusionados. Yo por mi parte no hago más que entregarlos. Soy un simple mensajero de un cáliz que está lleno. Cuantos más entrego más soy y menos soy al mismo tiempo, porque yo soy vosotros, y creedme, no es un cuento. Agradeciendoos me agradezco, a cada momento. Por estar aquí, por estar vivo, por vivir, y no estar muerto. Muerto en vida, preso de la ignorancia de vivir durmiendo. Dormido a lo que somos, a la vida, a la Unidad, al Amor, al Universo.

  Me entrego, con cada ramo de agradecimiento. Da igual si es grande, pequeño, con ramajes o espinoso, todo en él es hermoso. Su esencia es su luz, eres tú, soy yo, somos todos al mismo tiempo. No hay nada que ocultar, es imposible no conocer lo que os muestro, somos las páginas de un libro abierto. El libro de la creación que no para de moverse creando mundos inmensos. El orden y el caos descansan en el mismo lecho, porque es el aliento de la creación el que te vibra dentro. Y entonces, todo es perfecto. Queréis más flores, yo las tengo. Vosotros también, creéroslo.  Tenéis un vergel en ese corazón castigado de entuertos. ¿Es que no veis lo bellos que sois por dentro? ¿Es que no veis que sólo amando llegareis a puerto? Amaos, amad, sois un jardín pleno de hermosura y contento.

  Por estar ahi, aquí, junto a mí, compartiendo, yo os agradezco. Tomad vuestro ramo de agradecimiento.

Confidencias en el Camarote 26/03/2012