Navidad

  Se acerca un tiempo en el que todos vamos guiados por la fuerza de la costumbre a celebrar lo que está instituido socialmente, la navidad. Fiestas de pretendida unión, de supuesta alegría, de diversión, de compasión, de amor... y al final de todo nos damos cuenta de la parafernalia que no deja ver la esencia. Capas y capas de consumismo autoimpuesto y de reuniones forzadas que son pan para hoy y hambre para mañana.

  Dejémonos de artificios y seamos auténticos con lo que somos en este ahora, con lo que sentimos con nosotros mismos y con los demás, abrámonos a mostrarlo aunque no nos guste lo que veamos. Para limpiar lo sucio hay que descubrir primero la mancha.

  El mensaje de amor incondicional que Jesús de Nazaret nos dió con su venida es lo que habría que celebrar, y no sólo en estás fechas, sino todos los días de nuestra vida, a cada momento. No sólo el rabí de Galilea sino muchos otros maestros vinieron, vienen y vendrán para darnos idéntico mensaje. Para mostrarnos lo que significa SER. Lo que es vivir plenamente el instante. Por eso desde aquí pido que creemos juntos un mundo de Amor, intentemoslo al menos, no podemos fallar, es lo que somos. Unos descorrerán antes el velo de la ignorancia, otros después, cada uno tiene su proceso. Así que hagamoslo. En nosotros mismos y en nuestras familias primero, y después, en todo ser vivo con el que nos crucemos. Saboreemos la libertad de ser lo que realmente somos, de ser uno con el todo, de ser Amor.

  Estas fiestas que se acercan son un momento propicio para el acercamiento, para la unión. Hagamos el esfuerzo. Consigamoslo. Entonces nos daremos cuenta de lo sencillo que es y de que la complejidad, sólo existe en nuestra mente.

Felicidades a todos.