El Ser Humilde

"El tiempo es arte" decían los mayas. Que gran verdad y que poco la aplicamos. Inmersos como estamos en los movimientos que nos marcan unas estructuras sociales ya oxidadas, unas estructuras que no respetan los ritmos naturales, ¡Qué fácil resulta perderse! Nos dejamos llevar por la exigencia de un movimiento continuo anclado en un nivel mental y caminamos ciegos, creyendo saber, creyendo ver, creyendo ser. Sí, sabemos. Sí, vemos. Sí, somos. Pero para que todo se manifieste la planta de nuestro crecimiento, de nuestra sabiduría, ha de ser tratada desde la raíz, y la raiz es nuestro interior. El exterior, los acontecimientos, las relaciones, los "obstáculos", los "problemas", no son más que reflejos, espejos creados por nosotros mismos para ayudarnos a conocernos, y conocernos es conocer. Se nos dan múltiples instrumentos que derivan en multitud de interpretaciones y supuestos caminos diferentes, pero al final, la verdad de las verdades (al menos para mí), es que todos los caminos son el mismo camino. Algunos me diréis, estoy seguro, que no estáis de acuerdo conmigo, que estoy equivocado. Otros que estoy perdido pretendiendo ser lo que no soy. Y otros sintonizaréis más con mis palabras y mi sentir. ¡Qué belleza! Yo os digo que los unos, los otros, los de aquí, los de allí, los de más allá, los de más acá...todos, sin excepción, sois yo. Nuestra multidimensionalidad, nuestra multidiversidad, nuestra multimanifestación, todo eso, es Uno. Y esa raíz de nuestro crecimiento, de nuestra evolución, de que antes os hablaba es el Amor Incondicional. Y el agua, la tierra y el abono que acompañan de manera inseparable a esta nuestra planta, son la sencillez y la humildad. Si fueramos capaces en todo momento de cultivarnos con estos ingredientes, que muchas, muchísimas veces olvidamos, ya no estaría hablando de una planta, sino que hablaría de un árbol, de un bosque, de un planeta...y del Universo. Por tanto, hermanos: Amar, humilde y sencillo.

"Cree en ti, porque en ti, está el Universo"

2 comentarios

[JAVCosgaya - 05 de octubre de 2010 - 21:13]

De lo exterior todos sabemos mucho, de lo interior más bien poco y disperso, porque sólo se sabe cuando se experimenta y es entónces cuando merece la pena leer/escuchar las cosas que dices, pero escuchar con el corazón que es el que porta la necesidad de sentir esa belleza. Nadie tiene un "interruptor" para activarlo cuando necesite sentir amor o comprensión o aledría o plenitud. Si se necesita el acceso al interior para experimentar todo eso y más, alguien podría ayudar a los necesitados de esa sabiduría a conseguirlo, diciendo cómo, aunque sea un medio más entre muchos.
Un abrazo.

[Paca - 05 de octubre de 2010 - 18:33]

Pos vale. Hoy precisamente, mientras subía a casa en el ascensor, me ha llegado la comprensión de lo que dijo un ser por el que se estableció el calendario actual: "que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda" Un besote gordote.