La sonrisa extasiada
La sonrisa que se dibuja en tu cara cuando los vapores del placer han elevado tu rostro es tan sublime que mi belleza se apaga al contemplarte.
Sentirte es sentirme sumergido por la nada del todo en un instante único que parece no tener final.
Me muevo y vuelo contigo deslizándome por las dunas de tu cuerpo que dejan de ser desierto para convertirse en agua y así fluir juntos en los mares inquietos de la calma extasiada.
¡Vámonos! te digo, vámonos juntos a aquellos lugares donde el inaudito se hace presente, donde lo increíble se hace común. Y una vez más, acompañándote, no me queda más que respirarte, llenarme de ti, sentirme pleno.
Dedicado a Cristina.
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