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juanluna

Poesía

He vuelto a ti

He vuelto a ti.

El camino de regreso

lo marcan recuerdos dormidos

de amores compartidos

que siguen aquí.

He vuelto a ti

porque nunca me fui.

En mis ojos te ví

y mire donde mire

capto tu sentir.

El brillo de tu presencia

nutre mi vivir.

Prendiste en mí una llama

que arde sin extinguir,

que alumbra mis caminos

iluminando mi existir.

Allá donde miro

te veo a ti.

No hay nada mío

ni nada que no es de mí.

He vuelto a ti.

Hablan otros,

y escuchando, te escucho a ti.

Hablo yo

y son tus palabras

las que hablan por mí.

Mis gestos, los tuyos.

Mis caricias,

tu tacto sutil.

Haga lo que haga

soy feliz,

eres tú en mí.

He vuelto a ti.

 

Creo saber que quiero

Creo saber que quiero

amarte por entero.

Creo saber que quiero

cantar al amor

con el baile de mis versos.

Creo saber que quiero

oir soplar el viento

apagando lamentos internos.

Creo saber que quiero

atrapar tu palabra

con el lenguaje de mis besos.

Creo saber que quiero

contar el sentimiento

al son de tus misterios.

Creo saber que quiero

llenarte el oído de flores

con aromas de lo eterno.

Creo saber que quiero

regalarte mis mañanas,

mis noches y mis tiempos.

Creo saber que quiero

hacer de la calma

nuestro ritmo intenso.

Creo saber que quiero

mirarme en tus ojos

como en un libro abierto.

Creo saber que quiero

escuchar tus alabanzas

de alegría y contento.

Creo saber que quiero

abrazar tu corazón

marcando el paso de mis sueños.

Creo saber que quiero

ser uno contigo,

siendo el Universo.

Creo saber que quiero.

Perdí tu nombre una mañana

 

Una mañana perdí tu nombre.

Mi boca se llenó de tu ausencia

y la añoranza de tu palabra

me dejó la voz dormida.

Quise despertarla

y tanto la llamé

que me quedé sin habla.

En el rincón del olvido

mudo me hallé

y entre recuerdos dormidos

me desperté.

Perderte creí

pues no sabía pronunciarte

sin decir nada.

Entonces te ví.

Mi lengua respondió a tu mirada

y encontré tu nombre

agarrado a mi alma.

La sonrisa extasiada

  La sonrisa que se dibuja en tu cara cuando los vapores del placer han elevado tu rostro es tan sublime que mi belleza se apaga al contemplarte. 

Sentirte es sentirme sumergido por la nada del todo en un instante único que parece no tener final.

Me muevo y vuelo contigo deslizándome por las dunas de tu cuerpo que dejan de ser desierto para convertirse en agua y así fluir juntos en los mares inquietos de la calma extasiada.

¡Vámonos! te digo, vámonos juntos a aquellos lugares donde el inaudito se hace presente, donde lo increíble se hace común. Y una vez más, acompañándote, no me queda más que respirarte, llenarme de ti, sentirme pleno.

Dedicado a Cristina.

El yo global

 

Cuando siento lo que digo

y lo que digo siento

es cuando soy yo mismo,

cuando me percibo.

Cuando soy humano,

mundano y hasta venusiano.

Cuando lo que es Es,

el todo es parte

y la parte todo.

Cuando se va el creer

me inunda el saber

y nada explico,

no lo necesito.

Las palabras son recipiente

demasiado pequeño

para contener el universo.

Las fronteras no existen,

tampoco el tiempo.

Desde una simple brizna

al sol más esplendido

todo está ahí,

lo llevo dentro.

Desde una simple nota

al manantial del cielo

todo está ahí,

lo siento.

Soy infinito. Soy global.

Soy tú y yo al mismo tiempo.

Soy una flor en brazos del viento.

Soy el jardín, el jardinero,

el caballo y el caballero.

Cualquier obra, cualquier lienzo.

Cuando siento lo que digo

y digo lo que siento,

soy el universo.

 

 

Juan Luna, del libro "Unidad Consciente".

 


Silencio enamorado

 
El silencio calla cuando te miro
y las palabras desaparecen.
La mirada parece estar sola,
es ilusión, ve más que nunca.
Los ojos del corazón están abiertos
y la tormenta lunar desata su oleaje.
Un oleaje de calma activa,
coronado por el firmamento
de una estrella galáctica liberadora.
El Universo me sonríe
cuando estoy contigo.
Se siente enamorado,
pues somos su amor desatado.
Eres tú. Soy yo.
El Creador y lo creado.
Amor, amante y amado.
Y aunque los vientos de la incomunicación
quieran gritarnos.
Somos silencio, silencio enamorado.
  
Juan Luna
 
(Dedicado a Cristina)

Poema

Cuéntame, oh Cisne, tu antigua historia.

¿De qué tierra vienes? ¡oh Cisne!

¿Y a qué orilla vuelas?

 

¿Dónde vas a descansar, ¡oh Cisne!

y qué es lo que buscas?

 

Esta misma mañana, ¡oh Cisne!

despierta, levántate y sígueme.

 

Hay una tierra donde ni la duda ni la pena

han reinado: donde no existe el Terror

de la Muerte.

 

Allí los bosques de la primavera están en flor,

y la esencia fragante que lleva el viento, dice:

"Él soy yo".

 

Allí la abeja del corazón se encuentra

profundamente sumergida, y no desea

ninguna otra alegría

 

Kabir, místico indio, SXV.

Te contemplo

En cada pétalo de mi cuerpo

yo te contemplo.

Deshojándome en flores

de un jardín jamás imaginado,

me sumerjo en un deleite

que es el tuyo,

y veo con los ojos cerrados

lo que no puede ser visto

de otra manera.

Viajo en olores de sándalo

embriagado en aromas

de existencia divina.

Siendo yo, siendo tú,

siendo todos al mismo tiempo.

Los límites mundanos desaparecen.

La oscuridad se queda dormida.

La luz renace enriquecida.

Ayudándome a verte,

a ver lo que soy realmente.

A saber que conocerme,

es conocerte.

 

Juan Luna, del libro "Viaje Interior".