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juanluna

Meditación del Amor

Preámbulo:
Toda la Creación está regida por el “Ordo Amoris” (el orden del Amor).
Expresado metafóricamente, somos ríos cuyas aguas emanaron del mar y
destinados a ser mar. La fuerza que impulsa nuestra corriente hacia él
es el Amor. Y el Amor es lo que hará posible la absoluta fusión del
río en el mar.

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor,
soy como una campana que resuena
o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía
y conociera todos los misterios y toda la ciencia,
aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de mover montañas,
si no tengo amor,
no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres
y entregara mi cuerpo a las llamas,
si no tengo amor,
no me sirve para nada.

El amor…

El amor no es envidioso,
el amor no hace alarde,
el amor no se envanece,
el amor no procede con bajeza,
el amor no busca su propio interés,
el amor no se irrita,
el amor no se alegra de la injusticia.
El amor no tiene en cuenta el mal,
ni se enfrenta a él.

Porque...

el amor abraza la oscuridad
hasta transformarla con su luz en resplandor resplandeciente.
Porque el amor es paciente,
porque el amor es servicial,
porque el amor se regocija con la verdad,
porque el amor todo lo disculpa,
porque el amor todo lo cree,
porque el amor todo lo crea,
porque el amor todo lo espera,
porque el amor todo lo soporta,
porque el amor todo lo puede.

El amor siempre será, el amor siempre Es.
El amor nunca dejará de ser
porque es precisamente el amor
lo único que fusiona el río en el mar,
el Hijo en el Padre,
el Amante en el Amado.
el Ser en el No-Ser.

Amor: Retorno al Hogar

Fuente: Grupo Buscadores del Círculo Sierpes

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