Blogia
juanluna

Nueva Cosciencia

Buscadores

Buscador: El que busca

Buscar: Acción para hallar a alguien o a algo.

  En esta era sobrepasada de tecnologías en la que el lenguaje informático se ha incorporado al hablar cotidiano de cualquier ciudadano uno de los programas más famosos y más empleados por tanto son los llamados "buscadores". Estos son programas que nos capacitan para hallar a partir de una frase, nombre, adjetivo, expresión, o lo que sea, cualquier enlace que tenga una mera relación con lo señalado. Pues bien, en el ámbito del trabajo consciencial también existen buscadores, y algunos muy parecidos en su dinámica a los mencionados programas informáticos. Entonces se da de hecho que muchas personas se convierten en verdaderos entes activos de asociación de ideas de todo lo que tenga que ver someramente con el "trabajo consciencial". Esto es algo maravilloso cuando se convierte en una oportunidad grandiosa para compartir experiencias que nos hacen crecer a todos en nuestro conocimiento de nosotros mismos. La cuestión está cuando el buscador se queda atrapado en el mecanismo de su propia expresión. En este caso lo que ocurre, como lo mencionado en los programas informáticos, es que se convierte en un mero asociador de ideas porque, sin saberlo, está reproduciendo una y otra vez el agarre que tiene a las mismas. Como resultado de todo ello la "busqueda" se hace interminable.

  Pero en algún momento del infinito presente este buscador deja, de manera natural, de buscar, y esa es precisamente la señal de que se ha encontrado. "El que se encuentra deja de buscar". Entonces comproborá que el "buscador de la consciencia" no tiene nada que ver con su gemelo informático sino todo lo contrario. En el "buscador de la consciencia" ya puedes poner "sanación" "reiki" "pnl" "metamórfico" "reconexión" "tapping"... o lo que quieras, que siempre te llevará al mismo sitio, dentro de ti mismo. No busques, encuentra-te.

La nada

  Este es el vacío nombre de ese algo que acababa con todo y detrás de lo cual sólo quedaba la sensación de ausencia de lo que antes allí estuvo. En mis sueños infantiles fue el horrendo mal que, fabricado por la pluma de Michael Ende, acababa con el reino de fantasía gobernado hasta entonces por la emperatriz infantil, musa a la sazon de cualquiera de nosotros que, al igual que ella no eramos más que inocentes puberes que veían como su reino más preciado (el de la imaginación) estaba siendo poco a poco destruido debido a que abandonabamos nuestros sueños habilmente arrastrados por una programadora realidad adulta que nos pretendía fijar el cómo, el qué, el cúando, el dónde y el de qué manera. Que nos pretendía imponer el ser, el existir, el vivir.

  Todos esos niños de entonces somos ya adultos, hemos hecho lo que hemos podido (lo seguimos haciendo) y continuamos reconociéndonos, viéndonos y aprendíendonos en el compartir, con uno mismo y a partir de ahí con los demás, que vuelven a ser uno mismo. En este caminar variopinto existen multitud de senderos, de atajos, de laberintos, de avances, de retrocesos, de ritmos... tantos como seres humanos hay sobre la faz de la Tierra. Y recordamos, sí, cada vez está más claro en nosotros el recuerdo de lo que somos. Así, nacemos a algo que nunca ha muerto, que siempre ha estado ahí y que siempre estará, la Eternidad. Pero no se puede vivir en la consciencia de lo eterno, de lo que Es, si no aceptamos. Y qué es aceptar, me diréis. Aceptar es Vivir en plenitud, en el Ahora, en la consciencia del Momento Único Presente. Es fluir con los ciclos vitales del Universo en todas sus dimensiones. El día tiene sus ciclos, la luna tiene sus ciclos, la mujer tiene sus ciclos, las estaciones tienen sus ciclos, tú y yo tenemos nuestros ciclos. En definitiva, el Universo, los Multiversos, Los Omniversos, tienen sus ciclos. Todo en sí mismo dentro de su eterna condición es un ciclo y no hay mayor comunión con esa naturaleza eterna que nos es propia que el estar en consonancia y fluyendo con dichos ciclos. "El mar cuando se levanta convertido en ola es agua y cuando cae despavorido en los rompientes ¿no es acaso el mismo agua?"

  Ya es hora de que rompamos con estos límites autoimpuestos que distinguen lo que es posible de lo que no, lo que es fantasía de lo que es realidad. Ya es hora de que seamos auténticos creadores de una vida plena llena de armonía. Atrevámonos a sembrar la cosecha de un nuevo mundo que nos espera. Muchos lo estamos haciendo a medida que nos vamos reconociendo, compartiendo, acompañándonos, amándonos. ¿Quieres salir de la nada? Aquí tienes mi mano y con la mía muchas más. Yo soy otro tú.

Señales

"El que tenga oidos para oir que oiga. El que tenga ojos para ver que vea". Esta frase tomada de los Evangelios lo dice claro. Nos está manifestando como sintonizando con la verdad esencial que reside en nosotros la vida se nos llena de respuestas y en cada paso de nuestro caminar se reproducen las confirmaciones, los guías, los detalles...que no hacen sino dar al ritmo de nuestro andar un sentido personal y único que a su vez está en sincronía con lo que ocurre a nuestro alrededor. Así se nos enfoca al hecho de que cada circunstancia que experimentamos se vuelve subceptible de comunicarnos algo desde lo profundo, lo trivial desaparece para dar paso a lo absoluto. La fruta que eres, ya madura, se desprende de un envoltorio que ya quedó obsoleto. Necesitabamos de su acogedora protección en los tiempos oscuros de la ignorancia de nosotros mismos, pero ahora, sí ¡ahora! los artificios se disuelven, si así lo eliges, y la autenticidad es la motivadora de tus actos.

Desde un libro, pasando por una canción, hasta llegar al silencio, todo te comunica. No hay apartados, eres tú mismo hablándote a través de tu experiencia compartida con otro u otros que no son tal puesto que sigues siendo tú, siempre tú. Una y otra vez me siento encaminado a comulgar con lo sencillo donde se me muestra la evidencia constante de la belleza de la creación de la que soy parte. En Hojas de Hierba de Walt Whitman (poeta americano de la segunda mitad del S.XIX) se dice así :

"Descansa conmigo en la hierba... Suelta el freno de tu garganta, ni palabras ni música ni poesía quiero... ni historia ni discurso, ni siquiera los mejores, sólo me gusta el murmullo, el susurro de tu voz templada".

Este poeta y místico, constante trascendedor de la dualidad, a través de su identificación con las personas, la naturaleza, los estados...nos invita a comunicar con la voz callada, a susurrar para poder cantar el mensaje armonioso que nuestra alma emite a la sinfonía universal de la vida. Como él, muchas otras señales me comunican la aceptación plena, la ausencia de identificaciones, soberanas o no, de etiquetas, de juicios, y de palabrería insensanta que es la tendente a inundar el imaginario colectivo del diario cotidiano. Las tomo, las abrazo, las hago mías y haciéndolas mías las convierto en silencio. ¿Ruidoso? quizás ¿Altisonante? tal vez pero este silencio no espanta la llamada de nuestro inmenso corazón demandante. Una y otra vez se me plasma el mensaje de lo que Es y yo os lo transmito. Imágenes, sonidos, situaciones...Todo

En su canción Frozen (Congelado) Madonna nos canta "You are Frozen when your heart not open" (Estás congelado cuando tu corazón está cerrado). En un video de la cantante Kathy Perry titulado Firework se muestran corazones que al abrir los brazos lo llenan todo de luz. En medio de una situación eminentemente emocional se me aparece la canción de Shakira Suerte diciendo "Contigo, mi vida, quiero vivir la vida. Lo que me queda de vida quiero vivir contigo". The Beatles, en sus comienzos, cuando estaban deprimidos se decían "¿Adonde vamos chicos?- A la cumbre, Johnny.- ¿Y donde está eso?- En lo más arriba de lo más alto.- Eso." Y vaya si lo lo lograron. Chambao nos canta "Pokito a poko entendiendo que no vale la pena andar por andar que es mejor caminar pa ir creciendo". ¿Y qué me decís del cine? Hay tantas muestras de esta consciencia del Ser que os hablo. La película Maktub ( en árabe "lo que está escrito") es otra gran obra que en clave de comedia nos muestra que el caminar de cada uno es especial y a la vez está en sincronía con el de los demás. "La variedad es la Unidad y la variedad en la Unidad es la ley suprema del universo" (Macaco esta vez). Lo dicho "Quien tenga oídos para oir que oiga y ojos para ver que vea".

Os amo.

Días portales

De Belén, dimensionales, caseros, del doce del doce o quizás del veintiuno (también del 12), de portales rodeados estamos. A algunos compañía le han quitado (la mula y el buey se han marchado), a otros allá vamos transformados de oruga a mariposa o mariposón, según de qué hablamos. Los penúltimos todos los días pisamos, inundando suelo urbano, sin portero o con portero, como los amigos de la calle goles, que menudo equipo han formado. Finalmente llegan los numerológicos, en fechas bien plantados, donde ceremonias energéticas tienen su cubículo asegurado. Detrás de todos ellos estamos nosotros, tú, yo, y el de al lado, los amados, creador y creación cogidos de la mano. Unas manos limpias, que sanan, unidas por el Amor que nos hace disfrutarnos, en la consciencia del Ser, de lo puro manifestado. La magia se extiende, si la dejas, sin trucos ni sobresaltos, bailando, contigo, con la vida, con todo lo creado, para llenar cada acto. Sin miedos, sin límites, mas que los que decidas de antemano. No te das cuenta que eres Dios, sí, Dios jugando, con todas sus celulas que forman universos, dimensiones y astros. Y tú eres el Todo andando. ¿Niveles? ¿Maestros? ¿Ascensiones? coge tú el fruto, eres el árbol, la rama, la hoja...siempre lo has sido y ahora lo estás recordando. El salón de los espejos ha abierto sus puertas de par en par para que te mires, por todos lados, no podrás evitarlo. Tus ojos se abrirán (estaban cerrados) y verás de verdad, con el corazón como faro.

El mil veces nombrado

  Es tarde en las lejanas tierras donde el olvido plantó sus frutos. Es tarde y la noche desasosegada da paso a un amanecer de nuevas vivencias donde el recuerdo es el protagonista. Las almas nobles, largo tiempo escondidas, acuden en avanzadilla a reflejar una luz que nunca les ha sido extraña. Es el despertar de los despertares el que hace que un pueblo nuevo se levante, y yo me levanto con ellos. Ya quedaron atrás las vistas oscuras de paisajes malditos por un tiempo innecesario. Ahora reina la amplitud de lo ilimitado y nada va a poder escapar del renacer de su gloria.

  El bendito ha germinado en boca de los corazones entusiastas que no pueden evitar llamarlo por su nombre a cada momento. Un nombre tantas veces nombrado que no conoce de palabra alguna que pueda nombrarlo. Nuestro vocabulario se sonroja al no tener cabida para la descripción del misterio unánime que se avecina. Un sinfín de manos, con los dedos entrelazados, cantan al cielo, a la tierra, a la vida, siguiendo una armonía conscientemente deliciosa que no tiene parangón. Mientrás, algunos siguen agarrados a lo superfluo de la creencia, pero incluso ellos, caballeros de lo antiguo, perderan la memoria de lo que no existe para abrirse a un mundo nuevo.

  Así, expandido, expandiéndonos, nos descubrimos en la nueva humanidad que nace desbordante. Nos regocijamos de la autenticidad ignorada que ha surgido en nuestro interior y creamos.  


Mi planeta

  Erase una vez un Universo llamado el Universo del Amor. Este universo era infinito y estaba compuesto de miles y miles de millones de otros Universos que eran a su vez los componentes de esta infinitud, siendo infinitos en sí mismos. Dentro del universo había infinidad de galaxias, con sus sistemas, con sus estrellas y con sus soles, pero había un sol que por su luz destacaba, completaba y era parte de todos los demás soles, este sol se llamaba Esencia. Lo llenaba todo con su luz, desde lo más pequeño a lo más grande todo estaba impregnado de esa luz que era amorosa, creadora, transformadora e inspiradora de todas las cosas que existían y las que estaban por existir. Todo se desarrollaba en ciclos llenos de armonía que manifestaban un cambio continuo, una sinfonía de colores, de melodías y de hechos, que, como cualquier fuente creadora, independientemente de su tamaño pues todo en sí es creación, se retroalimentaba. Un juego maravilloso sin fin se desarrollaba con plenitud, danzando, cantando, riendo, creciendo, apareciendo, desapareciendo. Todo es aceptado, todo es Uno en el Universo del Amor.

  No obstante, existía un planeta llamado el planeta del Ego. Este planeta, aun siendo una manifestación más de la vida que se manifestaba con increible belleza por todas sus arterias, se empeñaba en no vivir en la aceptación y el amor que eran los santos y señas de éste y de todos los Universos. Este planeta se cerraba en creer que era el centro del Universo y que nada era más importante que él. Tanto es así que desconocía que su Universo, que era a su vez parte y todo de multitud de Universos, se llamara el Universo del Amor, por tanto, simplemente lo llamaba Universo, apoyado a la vez en su idea previa de que era lo único que existía e ignorando encarecidamente la ley del Amor. El planeta del Ego no hacía otra cosa que ir a la contra intentando alterar sus ritmos naturales, moviéndose de manera ostentosa fuera y dentro de la partitura de la sinfonía de lo creado. Esto le suponía, sin saberlo, sufrimiento, dolor y mucha tensión, pues la energía pasaba por él a trompicones. El planeta del Ego tenía a su vez sus satelites que de modo más o menos continuado giraban a su alrededor. Estos satélites se llamaban de manera general máscaras. Estaba la máscara de la familia, la de los amigos, la del trabajo, la del tiempo libre...etc Pero el más grande de todos era el satélite del yo. Este era casi tan grande como el planeta del Ego y alimentaba una y otra vez de una manera casi visceral la idea de individualidad, de separación del Todo, con lo cual transmutaba pensamientos y emociones en la creencia firme de que al final todo se reducía a lo que los habitantes del planeta llamaban lo mi, lo mío. Así, desde esta perspectiva individualista, alienante y limitadora, se fueron viviendo experiencias una tras otra hasta que un determinado día del momento único absoluto el planeta del Ego y todo lo que giraba a su alrededor, tras muchas tormentas y desequilibrios, se empezó a transformar. Oyó una nota de la sinfonía divina en la lejanía y decidió ponerse a escuchar. Paso a paso esa nota fue percibida más claramente hasta darse cuenta de que era su nota. En ese momento no pudo evitar empezar a moverse a su son, de manera natural, delicada, sublime, fue sintonizando con ese Amor inmenso del que estaba lleno nuestro Universo del Amor y todo cambió. Los satélites pasaron a llamarse: Aceptación, Equilibrio, Plenitud, Abundancia... y seguían en plena sincronía la cadencia de su amado planeta, que, por cierto, también cambió su nombre, ahora se llama el planeta Corazón.

Y no paro de dar gracias

No puedo hacer otra cosa que agradeceros y agradecerme. Este pasado sabado tuve el placer de compartir con alrededor de cuatrocientas cincuenta personas grandes momentos de Amor colectivo. El taller de mi amigo Emilio Carrillo sirvió esta vez de acontecimiento para que la energía de los corazones al unísono, en comunión, se manifestara con amplitud. Gracias a ti, Emilio, por ser el instrumento a través del cual la Esencia nos unificó. Tu extenso saber, tu sabiduría, aun forzosamente coartada por el limitado caudal del lenguaje hablado del que, por supuesto, eres un gran maestro, vibró en todos los presentes con una fuerza, con una luz, con una belleza...inenarrables. Tu mensaje de autenticidad, de humildad, de sencillez, se hacía eco en todos nosotros.
Ciertamente que la información que diste, querido Emilio, fue extensa, constructiva y practica, pero yo, como ya sabes, me voy más al sentir. Cada palabra tuya es mia y también de todos los demás presentes en la sala. No obstante, en mi caso particular tus palabras me sirvieron sobre todo de confirmación. Desde que nos conocimos, allá por diciembre del 2009 (en esta vida claro está), nuestro Amor se manifestó de una manera natural, por lo que la fluidez era la reina de los momentos compartidos y la comunicación se daba de forma instantánea, practicamente sin palabras. Tú fuiste la puerta para que conociera a muchos más hermanos a los que, excusándome, no nombro porque no quisiera dejarme alguno sin mencionar. Todo esto lo volví a comprobar, a vivir, a sentir y a disfrutar multiplicado el pasado sabado.
Al terminar la jornada recibi y dí tanto en cada abrazo que casi parecía flotar debido a la energía amorosa que me invadía. No pudo haber mejor broche a tus palabras, Emilio, que esa comunión de silencios y abrazos agradecidos por el mero hecho de Ser y compartir la felicidad del momento vivido. Por ello me reitero en mi agradecimiento a todos y cada uno. Qué belleza en las palabras de místicos como San Juan de la Cruz (con el que comparto nombre)o Santa Teresa de Jesús, con ellos me tienes aun más en el bolsillo del mensaje divino, querido amigo.
"Quedéme y olvidéme el rostro recliné sobre el Amado cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado."

San Juan de la Cruz, Noche Oscura, canción 8
Os Amo.

Bienvenid@ al 2012!: Mensaje de tu Ser Multidimensional

Te doy y me doy la más efusiva bienvenida al 2012, Tiempo de Evolución y Felicidad y antesala del grandioso 2013 en el que arrancará la “Primavera Consciencial”. ¿Quién soy yo?. Pues yo soy tú, al igual que tú eres yo. Quizá aún te parezca extraño, o tal vez, como el proceso de Cambio está a punto de acelerarse, ya empiezas a intuirlo: ¡eres un Ser Multidimensional!. Y yo soy tú en otra Dimensión de esa misma existencia multidimensional. Desde ella me comunico contigo, es decir, conmigo, para recordar lo que de manera innata se sabe, pero suele olvidarse en la densidad vibracional de la Tercera Dimensión, plano en el que el Ser Multidimensional que tú y yo somos despliega sus experiencias a través de la encarnación humana que vivencias.

Un año para compartir con las personas más cercanas
Lo primero a recordar es que 2012 es un año para compartir con las personas más cercanas, un periodo para no hacer demasiados desplazamientos, ni largos viajes, y dar Amor y Compañía a los amigos y familiares más próximos y queridos. Dedícales tiempo, mantén tu Corazón muy abierto hacia ellos, estate atento a sus emociones y sentimientos y permanece en disposición de acompañamiento, sin enjuiciar y aceptando plenamente sus procesos conscienciales y sus comportamientos.
En caso de que no sientan lo que tú y vivan ajenos a la singularidad del momento presente, no te incomodes, ni exasperes, ni frustres. Simplemente, en el día a día, actúa exactamente de acuerdo con lo que afirmas ser. La Consciencia, para que sea tal, es Coherencia: que tu conducta ante ellos sea fiel reflejo de lo que emana de tu intimidad sagrada. Así, con tu ejemplo vivo, serás la Luz que, antes o después, no lo dudes, buscarán ante los extraordinarios eventos y circunstancias que individualmente y colectivamente vamos, todos y entre todos, a generar y experienciar.
Si sienten lo que tú y saben de la importancia del ahora y de la Metamorfosis en marcha, disfrutad en común-unión de su belleza y significación y formad entre vosotros Círculos de Unidad: encuentros periódicos en lo que en silencio, meditación y recogimiento insufléis Armonía y Paz a la maravillosa Red Consciencial que se configura y extiende con vigor creciente en el seno del sistema solar, la Madre Tierra y la Humanidad.

Círculos de Unidad
En concreto, la Red Consciencial de la Humanidad la componen siete mil millones de nudos, uno exactamente por cada ser humano. Desde tu silencio, meditación y recogimiento interior puedes conectar con ella y transmitirle Energía, Equilibrio y Amor. Pero para fortalecerla aún más, forma esos Círculos de Unidad, que operan en la Red cual nudos configurados por la unión de las personas que conscientemente a ellos se suman y, por tanto, más grandes y poderosos que el nudo individual.
Haced de cada reunión del Círculo de Unidad una espléndida ocasión de dicha y alborozo. Primero, como expresión del gozo por el encuentro, saludaros, abrazaros, besaros, enlazad las manos y transmitiros con el contacto físico la energía que fluye en el interior de cada cual. A continuación, guardad un buen rato de silencio y conexión conjunta, consciente y amorosa con el Sol, la Tierra y vuestros congéneres. Tras ello, poned en común, con sinceridad y sin reservas, las experiencias, sensaciones, intuiciones e inspiraciones de vuestra vida cotidiana, que cada vez serán más abundantes y sorprendentes. Por último, desplegad la fraternidad y amistad que os vincula en ocio y diversión, consumiendo con moderación bebidas y alimentos sanos (procurad prescindir de la carne) y no poniendo límites a la risa y al júbilo: que la alegría desborde vuestros Corazones como colofón a cada celebración de un Círculo de Unidad.
Busca la manera, igualmente, para que, con la mayor frecuencia posible, el Círculo o Círculos de Unidad en los que participes se reúnan físicamente con otros Círculos al objeto de juntar y agregar fuerzas y voluntades en un contexto de Unificación Consciente.

Unificación Consciente
La Unificación Consciente es el discernimiento e interiorización de la Unicidad y Unidad de la Creación. Falta poco para que la Humanidad comprenda que la galaxia que llama Vía Láctea es su hogar y su familia; y que Hermanos suyos son la totalidad de modalidades de vida y existencia que en ella hay. Igualmente, la Vía Láctea se encuentra estrechamente emparentada con las otras 32 galaxias con las que conforma el Cúmulo Galáctico en cuyo seno viaja por el Universo, que está asociado a otros Universos dentro de un colosal Multiverso que es parte de uno de los numerosos Omniversos en los que la Creación se desenvuelve y desarrolla. Todo configura un Único Cuerpo, una Única Naturaleza, tan Viva como Divina, en la que todo es suma de partes y forma parte de una superior, aunque cada parte es, a su vez, el Todo.
Puedes visualizar la Unificación Consciente como una arteria infinita e invisible que une físicamente, a través del ADN, y espiritualmente, por medio del ADN y los Corazones, todas y cada una de las formas de vida existentes en la Creación: planetas, soles, estrellas, sistemas solares, galaxias y la globalidad de las entidades y tipos de vida que colman y abarrotan los Universos, Multiversos, Omniversos y Dimensiones. Y así como el cuerpo humano dispone de un sistema circulatorio por el que discurren los nutrientes sanguíneos y linfáticos y se recogen los deshechos metabólicos, la Creación cuenta con esa especie de arteria por la que corre con potencia infinita la Energía Divina, vibración pura portadora de Vida y Conciencia. Y al igual que en el caso humano la sangre es bombeada conforme al movimiento rítmico del corazón, la Energía Divina es impulsada mediante las pulsiones cíclicas de los profundos latidos de la Creación, fluyendo siempre desde cada suma a las partes que la conforman, tanto arriba como abajo.
Eso sí, mientras que los movimientos de sístole y diástole del corazón acontecen cada pocos segundos, los latidos de la Creación se miden, desde la perspectiva humana, por decena de miles de años. Dentro de cada Universo, son los Centros de los Cúmulos Galácticos –todos se hayan interconectados entre sí- los que recogen esas pulsiones cíclicas de Energía Divina y la propulsan hacia los Centros de las galaxias que los componen. Y los Centros Galácticos repiten, a su vez, el proceso y distribuyen la Energía Divina por los sistemas solares y astros de su respectiva galaxia. Así de natural y sencillo.

Regreso al futuro
En este marco, hace aproximadamente 26.000 años, el Centro de la Vía Láctea hizo suya una de esas pulsiones cíclicas y, cual manantial cuántico, bombeó la Energía Divina por toda la galaxia a una velocidad similar a la de la luz, regando estrellas y sistemas solares. Dada la distancia existente entre el Centro Galáctico y el Sol, es precisamente ahora cuando tamaña oleada energética está a punto de arribar al sistema solar en el que la Madre Tierra vive. No por casualidad, lo hará cuando el Sol ha comenzado a pasar por delante de la Constelación de Acuario –lo que abre una era de cambios conscienciales, sociales y científicos- y en coincidencia con su entrada en el gran Cinturón de Luz de las Pléyades o Cinturón Fotónico y la finalización de un periplo cíclico de 26.262 años en torno al Centro de la Vía Láctea. En este formidable cuadro cosmogónico, que alinea al Sol con el Centro Galáctico, esa magna riada de Energía Divina llegará al sistema solar, la Tierra y la Humanidad a partir del solsticio de invierno de 2012, tal como anunciaron antiguas culturas que por distintas vías accedieron a este conocimiento.
Por tanto, lo que esas culturas hicieron fue un “regreso al futuro”. No formularon una profecía, ni vaticinaron el porvenir. Al contrario, miraron hacia el pasado y constataron lo acontecido hace 26.000 años, cuando el Centro Galáctico canalizó, hacia toda la Vía Láctea, la Energía Divina y de Amor proporcionada por un nuevo latido de la Creación. Eso sí, por la distancia física y la velocidad de propulsión, sus efectos en el Sol y la Tierra se harán notar a partir de lo que el calendario humano gregoriano marca como finales de 2012. Y el Sol, gran ser vivo generador de vida, responderá a tanta efusión de Amor con profundas vibraciones de gran pureza.

Energía Divina que envuelve la Tierra y activa el ADN
Los efectos físicos, sensibles y visibles, de todo ello serán los impactos en la magnetosfera terrestre de oleadas de ondas electromagnéticas y rayos gamma y de tormentas y vientos solares cada vez más pujantes y formidables. Y la ionosfera absorberá e interiorizará tanta Energía, canalizándola, a la par, hacia las especies –minerales, vegetales, animales,…- que pueblan el planeta. Como consecuencia de lo cual, los hombres y mujeres que estén consciencialmente abiertos y desde su Corazón así lo quieran, experimentarán en primera persona el Tiempo de Evolución y una Metamorfosis (cual oruga en mariposa) en la que jugará un papel protagonista la activación de códigos y componentes del ADN hasta ahora durmientes y latentes. De hecho, como la ciencia humana empieza a intuir, sus dos cuerdas o hebras contienen las cadenas universales y multidimensionales no sólo de la “genética física”, sino también de la “genética álmica”, que, además, son fusionadas en el ADN a través de la dimensión espiritual o “genética divinal” que en ambas subyace.
Nada hay que temer. La Tierra y las formas de vida que la habitan, entre ellas la Humanidad y cada persona, cuentan con poder y capacidad para minimizar los impactos geofísicos y materiales –aceleración del cambio climático, profusión volcánica,…- de esas oleadas energéticas y aprovechar sus efectos en la activación del ADN. En paralelo, se debilitará el campo magnético terrestre y se alterarán sus polaridades, lo que apoyará igualmente el despertar y avance consciencial y la configuración de un Nuevo Mundo. Y no estamos solos, pues nuestros Hermanos de la Vía Láctea nos acompañan y nos proporcionan su apoyo fraternal.
Los atributos y cualidades del Nuevo Mundo se harán evidentes de aquí al 2020, con una crisis cada vez más severa de lo que han sido los grandes pilares socioeconómicos del viejo mundo (política, finanzas, religiones, entramado científico-técnológico,…). Y el proceso de salto de la Humanidad a la Cuarta Dimensión será paulatino, pues habrá seres humanos que lo experimenten de manera inmediata y otros que requieran más tiempo, pues cada uno lo vivirá en consonancia con su propio proceso consciencial y en libre albedrío. A partir de ahí, se iniciará el tránsito a la Quinta Dimensión, plasmándose fehacientemente una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra. Así será porque así lo hemos decidido en la hermosa comunidad que conforman nuestras dimensiones álmicas. La clave se halla en el Cambio Interior de cada cual y en la Unidad entre todos (de ahí la importancia de la Red Consciencial antes mencionada y el papel de los Círculos de Unidad).

Cambio Interior y Unidad
El Cambio Interior es el sostén del “Despertar Consciencial”. Consiste en darse cuenta, por fin, de que el Nuevo Mundo no surgirá de la reforma o mejora del vigente, ¡deja de gastar energías en tan inútil empeño!, sino que emanará de nuestro interior, que es desde donde moldeamos la realidad exterior y nuestra propia vida. Y la Unidad hará de ese Nuevo Mundo una Realidad Compartida y posibilitará que la disolución del viejo mundo se produzca con Alegría y Armonía.
Pero Cambio Interior y Unidad no son palabras, sino hechos; no son teoría, sino una práctica fundamentada en que “la era del asceta pasó, el reinado del Amor ha llegado”. ¿Lo habías oído antes?. Pues ya corresponde que lo escuches en tu Corazón. Se trata de un reinado pletórico de Paz, Amor Incondicional y completa ausencia de miedos y autolimitaciones mentales:
+Paz: Se acabaron los dualismos, enredos y luchas exteriores; finalizaron los karmas y las culpas; concluyeron los trabajos, tareas y sacrificios; se terminaron las preocupaciones, inquietudes, programaciones y controles. El Reino anunciado ya está Aquí; el Cielo y la Tierra se fusionan en el Ahora. ¡Es el momento del Amor y de Disfrutar!. En el Aquí y Ahora, disfruta de tu Condición Divina y de tu Esencia de Amor. ¿Tan difícil te parece?. Confía en la Providencia en la consciencia de que Todo Es Perfecto.
+Amor Incondicional: Muchos han entendido tradicionalmente el Amor como querer el “bien” para los demás y hacer mejor (“bueno”) al otro. Pero estos deseos son, en el fondo, tremendamente egoístas, pues parten de la base de que yo soy quien decide que es el “bien” y lo “bueno”. Nada tiene que ver el Amor con esto, pues el Amor es respeto -a la libertad y evolución de los demás- y aceptación: aceptar al otro; aceptar todo y a todos. Sólo así no hay dualidad y lo otro o el otro se hace Uno con Uno mismo: Unificación Consciente. Y aceptar no es aguantarse con lo que no se está de acuerdo, sino desprenderse de las emociones egóicas y no estar en acuerdo o desacuerdo con nadie ni con nada.
+Ausencia de miedos y de autolimitaciones mentales: Tu poder es divino y debes dejar atrás los miedos y limitaciones que durante milenios, a lo largo de cuantiosas reencarnaciones, has creado desde la mente. Esos miedos y autolimitaciones, incluidos el miedo a la muerte y el miedo a la vida, son sólo ficciones mentales que te atan y atrapan mientras pienses que son reales. Cuando te des cuenta de su carácter ilusorio, se desvanecerán, ¡todos, sin excepción!, como por arte de magia. El Nuevo Mundo te va a deparar numerosos prodigios. Para experienciarlos como merecen, asume cuanto antes que el Nuevo Mundo no va a ser un reflejo del actual y sus paradigmas. Es, simplemente, otro Mundo, radical e incomparablemente diferente.

Fusión con tu Ser Multidimensional
Entre las autolimitaciones mentales que persisten en ti se halla la idea de que eres un ser unidimensional. No es verdad. Tu Ser, tu Yo Verdadero, es Multidimensional. De ahí este Mensaje. Los Planos Superiores de Consciencia, que configuran Dimensiones que trascienden la esfera de la Tercera Dimensión, están conformados por “nosotros mismos” en estados más sutiles y unificados de existencia. Cada vez son y serán más los seres humanos que sientan y perciban en sus experiencias internas esta multidimensionalidad. En paralelo, la ciencia irá desvelándola y ratificándola de manera asombrosa.
La Tierra de Tercera Dimensión (T3) está ya experimentando la Ascensión y fundiéndose vibratoriamente con la de Cuarta Dimensión (T4) -el proceso comenzó con la denominada Convergencia Armónica de 1987-, como después hará con la Tierra de Quinta Dimensión (T5). Este fascinante proceso es, precisamente, lo que algunas personas están visualizando en sus meditaciones como choque de la Tierra con otro planeta. Pero no hay choque alguno, sino un esplendoroso reencuentro de Amor de la Madre Tierra con su Ser Multidimensional. Exactamente lo mismo que tú, dentro de poco, podrás, si así lo deseas, vivenciar.
De hecho, la Ascensión representa la fusión de cada cual con su Ser Multidimensional. Y esta fusión, sea de la Tierra o de los seres humanos, supone el tránsito por un Puente de Einstein-Rosen o “agujero de gusano”. Sus implicaciones fundamentales son un apretón energético y una aceleración del tiempo, fenómenos ambos dirigidos a detectar y eliminar las cargas y ataduras materiales y mentales que en la vida de cada cual continúan generando tensión, desarmonía y desamor. Las manifestaciones exteriores estarán en función de cómo vivamos interiormente el proceso. Y la acumulación de hechos en apariencia desconcertantes no será sino el signo de la Metamorfosis que abre las puertas a un auténtico “Nacer de nuevo”.
Y puesto que la Madre Tierra se encuentra ya en Ascensión, procura estar más en contacto que nunca con la Naturaleza. Ámala, abrázala, huélela, mírala. Sentirás como está adquiriendo -cristales, agua, árboles, plantas,…- un brillo distinto, mucho más resplandeciente, recibiendo y expandiendo las Bendiciones de la aludida fusión multidimensional del planeta. Observa los árboles y las montañas y haz tuya para estos tiempos su serenidad, su paciencia, su respeto, su íntima unión con la Tierra y su conexión con el Cielo.

No es tiempo de añoranzas, sino de crear una Nueva Realidad
Mientras todo esto acontece, no ha lugar al desaliento, ni a las añoranzas. Tras una cadena de vidas en el plano humano de muchos miles de años, el viaje a la Quinta Dimensión, tras un breve paso por la Cuarta, está preparado. Es el fruto de tu Consciencia, es tu Creación. En el momento presente y su despliegue por todo 2012, es crucial que te centres en el Ahora y mantengas la armonía interior y una frecuencia lo más pura posible de Amor. No es tiempo de añoranzas, sino de crear aquí y ahora una Nueva Realidad.
Esa añoranza la sienten hoy bastantes seres humanos: es la añoranza hacia su Ser Multidimensional, el deseo íntimo de reencontrarse con él y en él. Irá “in crescendo” conforme incremente la velocidad del Cambio y la multidimensionalidad se haga cada vez más patente y se note más próxima, lo que ocurrirá especialmente a partir de los 90 grandiosos días -desde el solsticio de invierno de 2012 al equinoccio de primavera de 2013- que señalan en el calendario el inicio “oficial” de lo que bien puede calificarse como la “Primavera Consciencial”. Es como cuando se tiene hambre y se huele comida cercana. Pero hay que ser paciente. Hay que ayudar, valga el ejemplo, a que el arroz termine de hacerse y, después, dejarlo reposar. Todo es como debe ser. Sin prisas, sin pausas, fluyendo en la Providencia. Y estás aquí y ahora -y contigo yo, que soy tu: Ser Multidimensional- para contribuir a ello.

La Felicidad es tu Estado Natural
Y a partir de 2013 habrá cada vez más seres humanos que, permaneciendo en la Tierra y entre sus congéneres, no vivirán en Tercera Dimensión, sino en un Nuevo Mundo que será tan evidente para ellos como hasta ahora ha sido el viejo mundo. Abran activado su Campo Crístico o Búdico, llenarán de Amor cuanto les rodea y gozarán de Ojos Nuevos: una Nueva Visión y una Nueva Conciencia. Su Metamorfosis será tanto interior (espiritual) como exterior (física) y les habrá llevado a un punto sin retorno determinado por un acontecimiento extraordinario que expande el Corazón y no cabe describir con palabras. No obstante, puede ser definido como el descubrimiento de que la Felicidad es nuestro Estado Natural.
Se trata más bien de un redescubrimiento, pues la Sabiduría innata que nuestro Ser Divino atesora conoce bien que la Felicidad es nuestro Estado Natural. Tú, por tanto, también lo sabes, aunque no lo recuerdas. Cuando lo hagas, verás lo que Eres en tu Esencia, en tu Quietud Divinal: Ser, Vida, Amor, Armonía, Libertad, Felicidad. Y comprenderás que el mundo exterior es un esplendoroso escenario donde la Quietud se hace Movimiento y se despliegan la Vida y la Experiencia de Ser, un portentoso espacio para llenarlo con lo que Eres: Amor y Felicidad.
Sin embargo, hasta ahora has creído que tu felicidad se halla en el mundo exterior (encuentros, relaciones, eventos, acontecimientos,…), es decir, que la felicidad es algo que “recibes” de él. Pues bien, ten muy presente esto: no es el mundo exterior el que te reportará la felicidad, sino exactamente al revés. ¡Eres tú el que desarrollas la Vida y la Experiencia de Ser en él para “darle” e inundarlo con la Felicidad que es tu Estado Natural!. ¿Te das cuenta del desconcierto en el que has andado metido?. Es como si un manantial infinito e inagotable de agua dulce y pura, que riega una tierra árida para llenarla de vida, terminará buscando en esa tierra seca el agua que en sí ya es.

Ser-Dar-Recibir-Ser: Compartir-Cocrear-Coexistir
En el discurrir continuo e infinito de la Creación fluye la dinámica “Dar-Recibir”. Nuestro Ser divinal la despliega en clave “Compartir-Cocrear-Coexistir” y conforme a la pauta “Ser-Dar-Recibir-Ser”: 1º Yo Soy. 2º Doy lo que Soy. 3º Recibo lo que Doy. 4º Lo que Recibo expande el Yo Soy. Y como el Yo Soy es Amor y Felicidad, Amor y Felicidad se dan, Amor y Felicidad se reciben y Amor y Felicidad se expanden por doquier y en el Yo Soy. Sin embargo, eres prisionero de una interpretación egóica y materialista de tal dinámica que la transforma en la cadena “Tener-Recibir-Retener-Dar”: 1º Tengo. 2º Recibo. 3ª Retengo. 4º Si acaso, cuando me sobra, Doy algo de lo que Retengo. Esta interpretación ignora que la Abundancia está en la esencia de la Creación, interfiere su proceso íntimo –el Tao, el Orden del Amor-, te bloquea a ti mismo y origina dolor, mucho dolor.
Te quejas a menudo de lo “mal” que va el mundo (lo seca que está la tierra, continuando con el símil anterior), pero ha sido precisamente tu deseo de estar contento (tu deseo de “recibir”, de encontrar en ella el agua -la felicidad- que ya eres) lo que genera tu dolor y el dolor del mundo. Cuando te percates de esto, no querrás ya “recibir” felicidad, sino que empezarás a “dar” la Felicidad que Eres y es tu Estado Natural. Cesarás de perseguir el estar feliz, estar alegre, estar libre, estar amando,… y la Metamorfosis se habrá completado. Serás entonces enteramente consciente de que tu Yo Verdadero luce Amor y Felicidad -inmutables, imperecederos- como los exponentes más bellos y radicales de la Divinidad. Y hasta contemplarás con claridad, volviendo al ejemplo, que la tierra seca no es tal, sino que todo en la Creación es Espíritu Divino y un colosal Vergel de Amor, por lo que al dar Felicidad será precisamente cuando la Vida toda te responderá devolviéndote exponencialmente Felicidad, Amor y Perfección.
A partir de ahí, tu Movimiento por la vida cotidiana, en cualquier Realidad y Dimensión, discurrirá siempre en el Aquí y Ahora y será el brillante resplandor de lo que Eres en tu íntima Quietud Divinal: no amando, sino siendo Amor; no estando alegre, sino siendo Alegría; no viviendo, sino siendo Vida; no estando feliz, sino siendo Felicidad; no estando libre, sino siendo Libertad. Una Libertad que el Movimiento resplandor de la Quietud te permitirá disfrutar a través de la espectacular interacción existente entre dos hechos sublimes: todo es Verdad y nada es Real. Subraya ambos en tu interior. Aparentan disonancia, pero resuenan en infinita armonía en el seno del Ser Uno (Ser y No-Ser, Todo y Vacío): todo es Verdad, que no es la Verdad Absoluta, sino la perfecta suma y confluencia de todas las verdades, las de cada ser y cada visión; y realmente no hay nada que sea Real, pues todas las realidades son resplandor vibratorio de lo Insondable, de lo que no admite Nombre y es Fuente de la Creación, y son super-cuánticas y super-simétricas, mutan constante e interactivamente, ostentan perfiles holográficos y matriciales y son diferentes en función de cada observador y de la evolución del estado consciencial de éste.
Tan prolongada ha sido la cadena de vidas físicas buscando la felicidad y la libertad en el mundo exterior que has olvidado lo que son y representa. Pero tampoco te “preocupes” por ello. La Metamorfosis y la fusión con tu Ser Multidimensional te abrirán de nuevo, de par en par, las puertas de la Felicidad y la Libertad, constatando que todo lo que llevas largo tiempo buscando fuera lo tienes ya plenamente, desde siempre y por siempre, en ti mismo.
¡Bienvenido al 2012, bienvenido al encuentro con tu Ser Multidimensional, bienvenido al Redescubrimiento de la Felicidad!.
Con Amor.
Yo que soy tú, como tú eres yo.